La institucionalidad en la Cancilleria
El martes pasado la Asociación Integral de Políticas Públicas, AIPOP, agrupación de profesionales, apolítica cuya misión es recomendar y proponer soluciones a los grandes problemas del país; realizo su V foro sobre: Ideas y Propuestas para el Diseño de una Política Exterior, con la intervención de expertos como el Dr Werner Corrales quien presento unas propuesta para la Inserción de Venezuela en la Economía Moderna y Luis Alberto Russian Presidente Ejecutivo de CAVECOL, quien intervino sobre el Papel del Empresario en la Política Exterior; mientras que la Dra Milagros Betancourt se refirió a la Seguridad Jurídica; y el General Gonzalo García Ordoñez al combate al Crimen Organizado.
En el caso particular de este columnista, su responsabilidad estuvo dirigida a presentar algunas ideas para construir un nuevo Ministerio de Relaciones Exteriores; ya que el mismo, el actual conductor del despacho lo ha convertido en todo pero lo menos en una Cancillería moderna que responda a los retos que impone el siglo XXI en materia internacional.
La Cancillería que conocimos, como institución atraviesa el peor de sus momentos, incapaz de reaccionar o responder a cualquier apetencia extranjera; algo que vemos en la posición que están tomando algunas islas del Caribe en el caso de Guyana. El desmantelamiento del MRE pudiera calificarse como un crimen de lesa Patria ejecutado en cuatro tiempos: 1) Cambio del Marco Legal hasta llegar al actual proyecto de ley que politiza la carrera diplomática; 2) Ataque Psicológico socavando la autoestima de los funcionarios al designar personas sin experticia enlas posiciones reservadas a los profesionales de carrera; 3) Destrucción de la Planta Física al desalojar gran parte de sus instalaciones para reconvertirla en una casa de vecindad y finalmente. 4) La incentivación a la corrupción de los funcionarios al enviarlos a sus casas a cobrar sin trabajar. Como escribió el Embajador Oswaldo Rodríguez Ramos: vinieron los sarracenos y nos majaron a palos, que Dios ayuda a los malos, cuando tienen más poder.
Hoy Venezuela tiene la necesidad de una Política Exterior acorde a los tiempos; sin embargo la Cancillería no cuenta con las instituciones necesarias para el diseño de esa política, la cual debería fundamentarse en cuatro ejes 1) La identificación de objetivos de Estad, muy diferentes a los del gobierno; 2) El diseño de mecanismos de insertación en la economía internacional; 3) Respeto a los organismo multilaterales de supervisión 4) La des-ideologización de la Carrera Diplomática; pero nada se puede lograr si en el país se pierde de vista que la institucionalidad depende de los principios y la solidez ética de quienes se encuentran al frente de ellas.