La ignorancia de Fidel Castro y de sus secretarios
Todos sabemos que Fidel Castro no puede ya valerse por sí mismo. Lo llevan y lo traen del baño, le proveen de toallitas para limpiarse la baba. Ello es el resultado de su enfermedad y de su edad y no debe sorprender a nadie ni es, como tal, reprochable. Lo que es reprochable es que sus asistentes le den material para que haga comentarios tan infelices como las que acaba de hacer en torno a la educación estadounidense. En reciente artículo publicado en el sitio virtual Cubadebate ( http://www.cubadebate.cu/categoria/reflexiones-fidel/ ) Castro menciona un estudio hecho por la Universidad de Beloit, Wisconsin, donde “se refleja que los jovenes universitarios que se graduarán en 2014 no usan reloj sino que ven la hora en el celular y creen que Bethoven es un perro y Miguél Angel un virus”. Castro dice: “me quedo frío, cuando veo hasta que punto la educación puede ser deformada y prostituída”. Y añade: “Acaso exagero”?
Pués sí, el dictador Cubano exagera y demuestra su ignorancia. La universidad de Beloit publica todos los años una llamada Lista de Actitudes Mentales, sobre las creencias o actitudes de los 300 o 400 jovenes quienes ingresan anualmente a su universidad, la cual tiene un total de unos 1300 estudiantes. Es una lista que muestra algunas de las características culturales de esos jovenes que llegan a la universidad, es decir, el bagaje intelectual que traen de bachillerato, que no es el mismo con el cual salen de la universidad. Es publicada desde 1988 cuando la iniciaron los profesores Tom McBride y Ron Nief como una guía para comprender las ideas de las nuevas generaciones. Muchas de las particularidades que se exhiben no son negativas o positivas sino un mero producto de los tiempos. Por ejemplo, la mayoria no escribe en cursiva. Bueno, y qué? Consultan el tiempo en el celular. Esto es lo que yo hago a mis 77 años, excepto cuando estoy en una reunión o estoy viajando en avión y debo apagar mi celular. Ellos han dejado de usar e-mail porque “es muy lento”. En Cuba lo han prohibido porque es un “invento del diablo” y, por supuesto, twitear está fuera de toda posibilidad. Mucho de lo que piensan estos jovenes es el producto de vivir en un mundo digital, no analógico, el mundo en el cual vive todavía Fidel Castro.
Extrapolar esta encuesta de una pequeña universidad estadounidense y darle valor diagnóstico para juzgar la educación universitaria del país norteño, cuando allí existen más de 4000 universidades, me parece una verdadera estupidez. Decir que la educación estadounidense está prostituída está en la misma línea de un perro aullándole a la luna. Solamente en la primera década de este siglo unos 50 estadounidenses producto de esas universidades han ganado el premio Nobel en diferentes categorías. Cuantos Cubanos lo han hecho en ese mismo lapso?
Si Castro desea hablar de educación prostituída debería examinar la que se imparte en Cuba o en las escuelas públicas de la Venezuela de Chávez, una educación que incluye un componente de adoctrinamiento ideológico obsoleto y de la peor especie.
Lo de Castro es revelador de un gran complejo de inferioridad que los déspotas latinoamericanos siempre han tenido con respecto a los Estados Unidos. Hay que oir a Castro, Chávez o Evo Morales despotricando del país que tiene un nivel de calidad de vida muy superior a la de los países que ellos desgobiernan. Lo saben, les duele y descargan su bilis a través de escritos tan estúpidos como esta última “reflexión” del asesino y dictador Fidel Castro.