La Derrota del Candidato-Presidente en Brasil
Los resultados de las elecciones brasileñas en las que el Candidato-Presidente no pudo alcanzar el 50% de los votos requeridos, obligan a Lula a presentar nuevamente su postulación para una segunda vuelta el próximo 29 de Octubre. En ese momento se enfrentará con un único candidato de la oposición.
Geraldo Alckmin Gobernador del Estado de Sao Paulo salió fortalecido electoral y políticamente al superar en más de 30% a lo asignado en las encuestas más optimistas y situarse a tan solo 5% de diferencia con el Candidato-Presidente, lo que significa que si logra el respaldo de los Gobernadores, Parlamentarios y Alcaldes electos, podría convertirse en el candidato de unidad que la oposición democrática aspira.
A pesar de que Lula ha demostrado ser un Estadista abierto al dialogo y al consenso, los seguidores del Candidato-Presidente han reconocido las fallas y sus asesores lo obligan a reorientar la actual etapa electoral para buscar la pequeña diferencia que lo separa del
50 % que le asegure la reelección.
¿Que pasó en Brasil?. Lula minimizó las posibilidades de que un contendor pudiera arrebatarle el triunfo, enceguecido por el triunfalismo que da el Poder. Los electores sin embargo, volcaron su mirada a la magnífica realización del principal contendor, quien fue premiado por ser visto como un excelente Alcalde quien luego resultó ser un exitoso Gobernador del Estado más importante del Brasil: el populoso Sao Paulo, y despertar los sueños de que un candidato de origen Social Demócrata con el apoyo de varias fuerzas políticas de oposición pudieran representar una novedosa alternativa democrática unitaria para dirigir al Estado Brasileño.
Otro de los factores que incidió en la derrota del Candidato-Presidente fueron los escándalos de corrupción unidos a las acusaciones de ineficiencia, que si bien parecían exonerar inicialmente de responsabilidad al Presidente Lula, ya que las criticas se concentraban contra sus Ministros, Parlamentarios o asesores, tratando de mantener la figura del Presidente incólume por encima de los problemas. Al final el electorado lo cobró directamente al mismo Presidente al rechazar la creencia inicial de que “El Presidente no sabe” o “al Presidente lo engañan sus colaboradores”.
La forma despectiva como el Candidato-Presidente trató a los opositores al no aceptar el debate televisivo con los tres candidatos más importantes, le restaron otra parte de su votación. Igualmente la revelación de la tentativa de “guerra sucia” por parte de cuadros del oficialismo de comprar un dossier con datos comprometedores para el candidato de la oposición, acentuaron el rechazo de los brasileños al uso de la intimidación y la mentira como arma de la campaña
La injerencia electoral de Chávez en su apoyo a Lula, constituyó otro elemento que pesó en las elecciones, tal como se lo confesó el Jefe de Campaña Marco Aurelio Garcia en su entrevista con Ernesto Villegas cuando destacó las influencias negativas de Venezuela y Bolivia (por la abrupta nacionalización del gas) en los resultados electorales. Aunque Lula gane la segunda vuelta, los resultados lo obligan al dialogo con todos los sectores.