La decisión de la Corte colombiana
Acaba de romper el celofán esta tarde del 17 de agosto la noticia de que la Corte Constitucional de Colombia había declarado inconstitucional el convenio para permitir el uso de bases militares colombianas por las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Muy contentos y alegres deben estar Chávez y los “alberos” tan opuestos al uso de esas bases. Alegrías de tísico, sin embargo. Lo que dijo la Corte es que el acuerdo no era una extensión del tratado firmado entre Colombia y Estados Unidos en la década de 1950, sino un nuevo tratado que tenía que ser ratificado por el Senado Colombiano y la Cámara de Representantes de Colombia. “Piece of cake” dirían los americanos, algo muy sencillo: con la mayoría con que cuenta el gobierno de Santos en el Senado y en la Cámara, esa aprobación se obtendrá muy rápidamente.
Hay que decir, además, que esa decisión no implica la salida inmediata del personal civil y militar que opera en las bases. Hay un tope aprobado desde hace años –antes de Uribe– que es de 1.400 efectivos y en la actualidad hay alrededor de 300. Podrá haber limitaciones en cuanto al uso de bases que no habían sido utilizadas antes pero si podrán seguir operando desde las bases que se han utilizado tradicionalmente. No podrán utilizar, por ahora, la base de Palaquero, que es la más importante. Pero tal como el dicho criollo “en menos de lo que espabila un cura loco” ya volverán a estar utilizando todas las bases contempladas