Insulza y la carta demócratica
Fueron realmente inverosímiles los halagos a la “democracia” boliviana, de parte de José Miguel Insulza. Y digo de Insulza, no de la OEA.
Decir: “Éste es un Estado democrático en plena transformación revolucionaria, es un ejemplo para el continente” (Cambio 20-11-10), es una ofensa a la cultura democrática. Con este tipo de declaraciones, propicia su desprestigio personal y el de la institución.
Una gran falencia de la OEA, es que ella represente a los gobiernos y no a los Estados, como debiera ser.
Me pregunto ¿leyó el señor Insulza la Carta Democrática Interamericana de la OEA, organismo que él mismo preside? ¿Será que vio la definición de Democracia que hace el artículo tercero?
Señor Insulza, sin respeto a los Derechos Humanos (DDHH) no existe Democracia. Y Bolivia ha tenido 78 “observaciones” de 53 países, inherentes a nuestros DDHH, en el Examen Periódico Universal de las NNUU (El Deber 10 06 10). Las críticas persistieron en la reciente visita de la Alta Comisionado de DDHH de la ONU, Sra. Navanethem Pillay.
Señor Insulza, sin respeto a la libertad de Prensa y de Expresión tampoco existe Democracia. Con la “ley mordaza”, dizque antirracismo, no hay Democracia.
Señor Insulza, si el Presidente “le mete nomás y luego sus abogados lo arreglan”, tampoco existe Democracia.
Señor Insulza, con el voto comunitario no hay Democracia. El voto es libre y secreto. Cuando los fiscales del gobierno, elegidos a dedo, destituyen a autoridades elegidas por el voto popular, tampoco existe democracia.
Señor Insulza, con la tendencia unipartidista, propia del chavismo Siglo XXI, tampoco se honra la Democracia.
Señor Insulza, cuando todos los poderes se concentran en el Poder Ejecutivo, no existe Democracia.
Me gustaría saber ¿cuál fue la “democracia” que Insulza vio en Bolivia? Estos cuestionamientos hechos líneas arriba, violan los 5 “elementos esenciales” de Democracia, que define el artículo tercero de la mencionada Carta.
Al decir que esta democracia es “un ejemplo para el continente”, ¿supone que le gustaría tenerla en su propio país? ¿Le gustaría ver a Chile una Democracia que no respete los DDHH, que amordace a la prensa, que el Presidente diga que la ley es un estorbo, que se manipule el voto popular y que no se respete la independencia de poderes?
Es una verdadera lástima escuchar criterios políticos como este. Principalmente si se toma en cuenta que Insulza procede de un país que tiene una sólida cultura democrática. Insulza, durante su campaña por la reelección a la OEA hizo lobby con el Presidente Piñera, prometiéndole el “perfeccionar la Carta Democrática Interamericana y que la institución contribuya de forma maciza a los temas de seguridad, perfeccionamiento de la democracia y respeto de los derechos humanos”. ¿Insulza está cumpliendo su promesa?
La venida de Insulza a Bolivia fue subrepticia y “oportuna”. Vino a traer un balón de oxígeno, mandado por el chavismo, a un gobierno recientemente vapuleado por la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, por la Iglesia Católica, y por los periodistas, precisamente por tener una democracia de fachada.