Ingreso acelerado a Mercosur
El largo, costoso y entretenido viaje de nuestro mandatario a Europa no nos dejó ver con claridad que otro gran tema internacional se ha estado gestando en el seno de nuestra cancillería.: el inminente ingreso de Venezuela al MERCOSUR como miembro de pleno derecho.
Primero que nada, dejemos claro que MERCOSUR es un mercado común en vigor desde 1991 entre Argentina Brasil, Uruguay y Paraguay. Y un mercado común implica que sus miembros se comprometen a que los bienes, los servicios y las personas circulen libremente y sin aranceles entre ellos como si se tratara de un solo espacio geográfico. De acuerdo con lo que el gobierno ha anunciado antes de fin de este año Venezuela seria el 5 miembro de este mecanismo de integración regional.
Toda anexión a un mercado común es un proceso complejo y lento en el que todas las partes deberían tener algo que ganar con la integración. Así se ha instalado la comunidad andina y, a lo largo de tres décadas, los países miembros hemos tenido que hacer grandes esfuerzos para que todos Venezuela, Colombia Ecuador, Perú y Bolivia, salgamos ganadores en alguna medida.
Y es allí donde nos preguntamos si el asunto de MERCOSUR ha sido suficientemente pensado por nuestros gobernantes. Ya que como consecuencia de nuestra adhesión los productos producidos en esa zona del continente atravesarían nuestras fronteras libres de aranceles, lo que vendría a representar una nueva y dura competencia para nuestras industrias que apenas si levantan cabeza con tanta importación desatada.
Un solo ejemplo: ¿podemos imaginarnos cuanto se dañaría el inmenso esfuerzo que nuestro país ha hecho para producir vinos de calidad con la entrada masiva de esos productos argentinos?
Lo que ocurre es que Venezuela no tiene mucho más que venderle a MERCOSUR que nuestro petróleo y sus derivados… y ya sabemos como el gobierno actual se ha dedicado a utilizar los descuentos y las condiciones especiales de pago con ese único producto de exportación venezolano para conseguir apegos políticos. Evidentemente que las puertas nos las abrirán con premura en esos países en espera de las ventajas que aporta tener adentro a un gran jugador en las ligas petroleras.
Pero de nuestro lado, de donde viene tanta urgencia en querer adosarnos a los países del sur? ¿Lo que necesitamos en este instante tan difícil de nuestra economía es solidaridad política con la revolución o puestos de trabajo e industrias sólidas para los venezolanos?.
Como dicen quienes saben de relaciones externas, entre socios el esquema debe ser de ganar-ganar. Y por mas que lo analizamos aun no vemos claro porque es siempre Venezuela la que tiene que poner la ganancia para los demás. Como en el caso de MERCOSUR.