Honduras: elecciones y lecciones
En defensa de la democracia
Gane quien gane en las elecciones del próximo 29 de noviembre, ganara el pueblo de Honduras al haber defendido con dignidad, si dinero y sin el apoyo internacional, su derecho a la autodeterminación.
La historia democrática latinoamericana esta escrita con nombres como los de Rómulo Betancourt, Pepe Figueres, Víctor Raúl Haya de la Torre, a los cuales pronto habrá que incorporar el de Roberto Micheletti, a quien con más razón que a nadie, la historia lo absorberá. Lo sucedido en Honduras seguramente se convertirá en un caso de estudio tanto para las cátedras de Derecho Internacional, Derecho Constitucional y Estudios Políticos, como en los modelos de negociación y gerencia de crisis, ya que durante la misma se tomaron decisiones que nunca se debieron tomar; y que más bien estaban dirigidas a impedir una salida constitucional, como fueron las amenazas del señor Insulza, los ultimatos del Consejo Permanente de la OEA y las sanciones de la Unión Europea.
La lección con dignidad
De la lección de Honduras muchos tienen que aprender:
La comunidad internacional, no olvidar que hay principios universales como el de la autodeterminación;
Brasil, tendrá un doble trabajo: reconocer que la no injerencia es un principio sacro santo en la relación entre Estados, aunque uno de ellos sea menos poderoso, con menos recursos y más pequeño; y por el otro, resolver que hará con su invitado especial, ya que el señor Selaya después de las elecciones en poco tiempo, dejara de ser Presidente, y perderá su inmunidad, por lo que tendrá que darle el status de asilado y solicitarle un salvo conducto, a menos que decidan mantenerlo dentro de la Embajada “sine die”, o de lo contrario entregarlo a las autoridades hondureñas para que responda ante la justicia por los 18 delitos que se le acusa:
1. Ordenar a las FF AA el manejo y custodia de las urnas para la encuesta popular.
2. Intentar colocar urnas para la encuesta popular contraviniendo sentencias del
Poder Judicial.
3. Creación de la figura del Comisionado Vicepresidente.
4. Extender por tres años el periodo del Jefe del Estado Mayor Conjunto de las
FF AA.
5. Engavetar más de ochenta leyes aprobadas en el Congreso.
6. Ordenar a las FF AA la construcción de una terminal aérea civil en Palmerola.
7. Bloqueo de las transferencias presupuestarias a la Alcaldía de Tegucigalpa.
8. Transferencia de sólo setecientos millones de lempiras de los cinco mil que les
correspondían a las alcaldías nacionales.
9. No enviar en tiempo y forma al Congreso el Presupuesto General de la
República.
10. Asignación anual extra del uno por ciento del Presupuesto General de la nación
a las FF AA.
11. Calificar de políticas las decisiones del Ministerio Publico y el Poder Judicial.
12. Manifestar que el Congreso Nacional no tiene moral para aprobar la Ley del
Plebiscito y Referéndum.
13. Acusar de “Ley mentirosa” la regulación del plebiscito y referéndum aprobada
en el Congreso.
14. No transferir fondos al Congreso Nacional.
15. Desobedecer la orden de suspender la propaganda a favor de la cuarta urna.
16. Utilizar fondos del Estado para promover la cuarta urna.
17. Exponer públicamente a una niña contaminada con el virus de la influenza
H1N1.
18. Destituir al general Romeo Vásquez Velásquez como Jefe del Estado Mayor
Conjunto de las FF AA.
En resumen el Ministerio Público, acusa a Manuel Zelaya por suponerlo responsable de los delitos contra la forma de gobierno, traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de funciones, todos relacionados con el proyecto de la encuesta y la cuarta urna. Por tales hechos, los tribunales de justicia libraron orden de captura contra el ex mandatario, por su amplitud de ejecución más allá de la legitimidad de ejercicio.
Los señores Correa y Morales tendrán una gran oportunidad de rectificar, redimir sus pecados, al tener que poner sus barbas en remojo, pues la lección de Honduras, les debió enseñar que hay alianzas peligrosas.
Zelaya es el gran perdedor, ni la OEA, ni el Departamento de Estado, ni las presiones internacionales lo pudieron restituir; la soberbia, la ira y la avaricia le impidieron reflexionar, ya que más bien se dejo llevar por “cantos de sirena” del ALBA.
Finalmente la OEA y en especial los gobiernos, tendrán que revisar la Carta Democrática; de inicio tendrán que reconocer que la división de los poderes es fundamental para el real equilibrio entre estos. Así mismo, la Legitimidad de Origen es básica, pero la Legitimidad de Ejercicio no se puede desconocer ya que esta se derivada de las actuaciones ejecutadas por los funcionarios durante el tiempo que permanezcan en su cargo. Un gobernante puede asumir un cargo público con base en la Legitimidad de Origen pero dicho funcionario puede no validar necesariamente Legitimidad de Ejercicio.
La Carta Democrática en su artículo IV claramente establece que la Legitimidad del Ejercicio del poder democrático supone políticas de cohesión social y de lucha contra la pobreza y la pobreza extrema, así como una gobernabilidad basada en la probidad de la administración pública, la rendición de cuentas de los gobernantes y la lucha contra la corrupción, que son la mejor forma de asegurar la existencia del sistema democrático, debido a que la legitimidad de ejercicio indudablemente es el certificado de calidad en la democracia del siglo XXI.