Historia de dos caudillos
Algunos pensaran que una comparación entre el caudillo venezolano y el ex presidente colombiano es descabellada, pero no el escritor mexicano Jorge Volpi, quien expresa en su libro El Insomnio de Bolívar: “Hermanastros que se pelean la herencia de Bolívar, Álvaro Uribe y Hugo Chávez han logrado imponer su sacrosanta voluntad en sus respectivas naciones, han modificado las leyes para hacerse reelegir y se han asumido como heroicos salvadores de la patria”. Como toda cita, la de Volpi está fuera de un contexto mucho más profundo, amén de que publicó este libro antes de saber que Uribe no iría a una segunda reelección.
El primero ha logrado que Colombia avance en todos los índices económicos, sociales y de disminución de la violencia en comparación a sus antecesores en el poder, mientras que el segundo, a pesar de haber recibido el mayor ingreso de dinero al tesoro público en la historia de Venezuela, la ha devaluado y degradado en casi todos los aspectos, desde el social y económico, hasta el de la corrupción. Sin embargo, de alguna manera, ambos han despertado la conciencia de sus países ante su peor problema (la concientización que un país rico como Venezuela no podía seguir ignorando a los pobres sin destinar mucho de su presupuesto a sus más agudas carencias, y en Colombia, una política implacable contra el terrorismo de la guerrilla, la gran traba para la paz y el desarrollo). Desde este punto de vista, los dos llegaron al poder como consecuencia del colapso de las clases políticas anteriores, y ya cumplieron su rol histórico, por lo cual es decisivo que no se perpetúen en el poder. Y he aquí la diferencia, pues Uribe se va, y si su legado persiste por medio de Santos, es porque los colombianos lo decidieron así, y en cambio, Chávez no se irá por la vía democrática (al menos así lo ha proclamado varias veces en diversas formas), con lo cual su país está condenado a seguir siendo el de mayor inflación, violencia y falta de libertades de Sudamérica. Por esto, Si bien es cierto que ambos comparten características del tradicional gobernante latinoamericano podríamos definir a Uribe como un “caudillo democrático” y a Chávez como un “caudillo dictador”.
Probablemente, tanto los a venezolanos como a los colombianos no les molestaría que Chávez y Uribe se vean enfrentados ante una corte neutral por las denuncias en su contra sobre violación a Derechos Humanos y corrupción ¡Claro!, la Venezuela estable y pacífica que recibió Chávez no es la Colombia que heredó Uribe, así que el contexto debe ser imperativo para cualquier juicio, sobre todo el de la Historia.