Histeria de dos totalitarismos
Esta no es la “Historia de Dos Ciudades” de Charles Dickens con protagonistas de dos vecinos occidentales – Paris y Londres – en la época de la Revolución Francesa; en cambio, sí es la peligrosa histeria de la cual padecen los dictadores de dos cercanos países del Lejano Oriente: Corea del Norte y Myanmar, que pueden ser muy peligrosas para todas las ciudades y pueblos del mundo.
En la Corea dinástica y totalitaria dirigida desde 1948 hasta 1994 por Kim Il Sum, y luego por su hijo, Kim Jong-il, se ha logrado mucho progreso en cuanto al enriquecimiento del uranio y así crear una potencia nuclear a costa del bienestar de su población sometida a terribles hambrunas que, según cálculos de organismos humanitarios internacionales, han causado la muerte de más de un millón de personas. Aun así, el régimen represivo de Pyongyang, continúa con sus juegos de guerra a pesar de que en 2007 aceptó un negociar la gradual reducción de su arsenal nuclear a cambio de un paquete de ayuda energética y compensaciones económicas masivas por parte de Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia, Japón y China.
Tal parece que algo detonó la histeria del dictador norcoreano, que por proyección, lo ha hecho explotar bombas atómicas bajo la tierra, hacer pruebas con misiles, y ahora, amenazar con una guerra a Corea del Sur, echando por la borda años de arduo trabajo diplomático multilateral en búsqueda de un ambiente pacífico en Asía. No va con la democracia pensar en el bienestar de millones de sus “súbditos” sentenciados a las consecuencias de desnutrición, miseria, torturas y ejecuciones sumarias.
En otro país de la región, Myanmar (Birmania), su régimen totalitario inaugurado en 1988, entra también en histeria cada vez que en el mundo se le otorga atención a la ganadora de las elecciones realizadas en 1990 cuando prometieron una apertura democrática que no cumplieron. La disidente y líder opositora Aung San Suu Kyi, Premio Nóbel de la Paz 1991, se encuentra desde entonces en arresto domiciliario. Cada cierto tiempo, la Junta Militar consigue una excusa “legal” – porque las dictaduras también juegan a respetar a las constituciones que constantemente violan – para prolongar el cautiverio de la dirigente de La Liga por la Democracia (LND), y se le somete a nuevos juicios para justificar su aislamiento.
En este caso, el régimen ha inculpado a la líder del LND de violar reglas de arresto domiciliario lo cual permitiría trasladarla a una cárcel y así, sacarla del foco de atención cuando realice una farsa de elección en la cual solo se puede elegir a la presidencia a un “un civil con experiencia de años en el ejército” y es obligatorio que al parlamento le corresponda, como mínimo, una cuarta parte de miembros militares. En el totalitarismo quienes mandan están convencidos que es fácil engañae a los demás y así justifican la privación de libertad de más de 2500 prisioneros políticos – en este caso – y de miles muertos.
Mientras en Asia, dos sistemas nos recuerdan los peligros del totalitarismo en Latinoamérica, la OEA invita a Cuba a reintegrarse a su seno ¿Será para acostumbrarnos a los próximos por venir?