Graves violaciones diplomáticas
La Televisora del Estado violó groseramente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, a través del inescrupuloso vocero Alberto Nolia, quien transmitió en su programa del sábado 29 de Noviembre la conversación telefónica del Cónsul de Colombia en el Zulia Carlos Galvis Fajardo con un asesor del Presidente Alvaro Uribe.
No es la primera vez que el Canal Oficial utiliza el crimen como arma para proyectar el odio como divisa. Muchos venezolanos hemos visto nuestros nombres sometidos a los más inaceptables atropellos, mientras que nuestros correos electrónicos son transmitidos impunemente violando las leyes y disposiciones Constitucionales. Ya tendremos oportunidad de referirnos más adelante a este tipo de violaciones a los que estamos sometidos los venezolanos por el simple hecho de disentir de un Gobierno cada vez más alejado de la democracia.
Pero lo que es necesario resaltar en este momento de manera urgente, es la inaceptable violación de la Convención de Viena que obliga al Estado Venezolano a cumplir con las obligaciones en materia de relaciones diplomáticas y consulares garantizándole a todos los países acreditados en Venezuela las facilidades, inmunidades, privilegios e inviolabilidad de sus comunicaciones “prescindiendo de sus diferencias de régimen constitucional o social”.
Varias disposiciones del articulo 27 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas han sido violadas ya que el compromiso de Venezuela es el de “proteger la libre comunicación de la misión…”, además de permitirle a “la misión emplear todos los medios de comunicación adecuados” y para ello la misma Convención permite utilizar “mensajes en clave o en cifra”. El ordinal 2 de la Convención es categórico al establecer expresamente que “las comunicaciones oficiales de la misión son inviolables”.
No hay duda alguna, que cuando el Cónsul transmite a las autoridades de su país los resultados de las elecciones, lo hace en el ejercicio de sus funciones, y especialmente si se trata de cultivar relaciones amistosas con las autoridades electas de Maracaibo y del Zulia que están en la jurisdicción del Cónsul.
El Estado no puede grabar, ni escuchar las conversaciones, y mucho menos difundirlas en la Televisora del Estado utilizando insultos inaceptables en contra del Presidente de un país vecino y de sus autoridades, en la forma tan descarada como lo hizo el vocero del Canal Oficial. Pero lo más insólito es que el propio Presidente Chávez amenace con expulsar al Consul si no lo retiran, violando de esa manera las prácticas y obligaciones de las naciones civilizadas del Planeta.