Fortaleza democrática
Estos días han estado sobrecargados de noticias trágicas y especulaciones, unas relativas a Haití, o como las ceremonias insólitas a estas alturas del desarrollo de la humanidad que tuvieron como protagonista a Evo Morales, para mi gusto demagogo, payaso e instrumento del castro-chavismo. Podríamos agregar las acusaciones del gobierno venezolano contra Estados Unidos como agente provocador del sismo para ocupar militarmente el país y desde allí lanzarse contra toda Latinoamérica. Pero también hay hechos concretos que fortalecen y estimulan a las fuerzas que luchan por la libertad.
Uno es el caso de Honduras. Asume la Presidencia Porfirio Lobo, elegido en un proceso electoral impecable. Lo han reconocido hasta algunos de los más connotados cómplices de Zelaya. Todo indica que la normalización avanza indetenible. Ya veremos qué pasará ahora. El optimismo crece, como también el reconocimiento que todos los sectores hacen al Presidente saliente, Roberto Micheletti. Está convertido en un auténtico héroe nacional. Pasará a la historia como el hombre que logró el mantenimiento de la democracia, el fortalecimiento de unas instituciones que demostraron seriedad, fortaleza y claridad en los objetivos y, por encima de todo, la defensa de la Constitución de la Republica. Su ejemplo trasciende las fronteras hondureñas, a pesar de la profundidad de la crisis y de los factores internacionales que conspiraron activamente en su contra.
Otro hecho son las elecciones chilenas. Siento un profundo respeto por alguien a quien me unen lazos de bastantes años. Conocí y traté a su padre y posteriormente a él, a Eduardo Frei, candidato de la Concertación. Demócrata Cristiano integral, probado como su padre, en todas las coyunturas. La mejor prueba es la gallardía exhibida al conocer las proyecciones irreversibles del proceso y reconocer, sin vacilaciones el limpio triunfo de Sebastián Piñera. Chile queda en excelentes manos para continuar por el camino del progreso. Tendrá una recia oposición, pero seria y comprometida con el destino superior de ese país. Al menos estoy seguro que será el caso de Frei. No hay cosa mejor para cualquier nación que contar con un buen gobierno y con una buena oposición. El valor de la libertad se consolida.
