Opinión Internacional

Falsas Leyendas Castristas

Pretenden Destruir a Venezuela, Colombia y Ecuador
Después de Acabar con Cuba

El innegable triunfo de la Revolución Cubana en contra del ignominioso régimen (1933-1958) de Fulgencio Batista Zaldívar creó una primera falsa leyenda: un movimiento guerrillero puede derrotar militarmente a un ejército regular; y la innegable ferocidad y numerosos éxitos como guerrillero; de Ernesto Guevara de la Serna; alias “El Che Guevara”, crearon la segunda falsa leyenda: usando la estrategia del “Foco Guerrillero” es posible duplicar el éxito de la Revolución Cubana en el resto de los países de América—desde México, hasta Argentina; la tercera falsa leyenda difundida por Fidel Castro, es que la transformación de la URSS de un inmenso territorio eminentemente atrasado y agropecuario en una potencia mundial en lo económico, militar, nuclear y espacial; puede ser duplicada por cualquier otro país si sigue el ideario político-económico de Karl Heinrich Marx; finalmente, la cuarta falsa leyenda es que los Estados Unidos de América es un “Imperio” cuyo fundamental objetivo es subyugar al resto del mundo.

La primera falsa leyenda oculta que unidades militares completas del ejército regular de Batista—con todas sus armas y pertrechos, fueron progresivamente pasándose al bando de la guerrilla castrista, hasta que al dictador no le quedó otro camino que huir de Cuba—En Nicaragua, donde otro movimiento guerrillero—el Frente Sandinista de Liberación Nacional; dirigido fundamentalmente por Daniel Ortega, fue capaz de derrocar a la también ignominiosa dictadura de la familia Somoza, porque cuando un video del asesinato del periodista de la cadena televisiva estadounidense ABC; Bill Stewart, a manos de la Guardia Nacional de Somoza, provocó una masiva indignación del pueblo estadounidense; el gobierno de Jimmy Carter, se vio obligado a retirarle el apoyo militar al dictador nicaragüense; mientras la URSS continuó apoyando militarmente a los guerrilleros sandinistas—quienes triunfaron finalmente en 1979—porque el ejército de Somoza literalmente se quedó sin pertrechos, frente a los bien armados sandinistas.

La segunda falsa leyenda (la del “Foco Guerrillero”), llevó a la muerte—y sigue llevando a la muerte—a incontables latinoamericanos de muchas nacionalidades—incluyendo a su inventor; el “Che Guevara”, porque tan pronto Guevara comenzó a difundir mediante escritos y discursos, su estrategia y las tácticas que la acompañaban; el ejército de los Estados Unidos de América—en los fuertes militares de su propio territorio; y en la Escuela de las Américas, ubicada en la entonces denominada Zona del Canal de Panamá, entrenó a todos los ejércitos de América Latina en estrategias y tácticas de contra-insurgencia, que efectivamente llevaron a esos ejércitos a derrotar a todos los movimientos guerrilleros que surgieron en América Latina—incluyendo a la muerte del propio “Che Guevara” a manos del ejército boliviano el 9 de octubre de 1967—y a los numerosísimos fracasos; de los también numerosos movimientos guerrilleros, que han intentado derrocar a los gobiernos democráticos de Colombia—incluyendo a las FARC-EP, que llevan ya 45 años de ininterrumpidos fracasos militares.

La tercera falsa leyenda (la utopía político-económica del pensador alemán Karl Heinrich Marx), llevó a la muerte, a la pobreza, a la miseria y al atraso social, a incontables naciones de todo el planeta; ristra de tragedias humanitarias que están bien documentadas, por los inevitables fracasos de todos y cada uno de los Socialismos Reales, comenzando por el primero y “más exitoso” (muy entre comillas) socialismo real llamado Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); porque la utopía marxista basada en el plagio de la doctrina cristiana del “hombre nuevo” y en las supercherías económicas—nada científicas; inventadas por Marx, son una receta perfecta para hacer colapsar a cualquier economía nacional—lo que conduce de seguidas al colapso político de todo régimen marxista.

La cuarta falsa leyenda (la del “Imperio” estadounidense); se fundamenta en la errada creencia de que los Estados Unidos de América están dedicados diariamente a “imponer a juro” al resto del mundo su “ideología” político-económica, como intentó hacer la URSS con su ideología marxista, cuando en realidad lo que ha estado haciendo desde su nacimiento hace 232 años, es demostrarle con hechos tangibles y comprobables, al resto del mundo, que la filosofía política de los franceses Rousseau y Montesquieu (la separación—no sólo del poder político en tres ramas totalmente autónomas e igualmente poderosas (ejecutiva, legislativa y judicial)—sino también la nítida y constitucional separación entre la iglesia (la religión) y el Estado, es la mejor forma de gobierno que ha sido ideada por el ser humano—la cual acompañada por la única verdadera economía que existe; fundamentada en hechos científicos, como los descubiertos (no inventados; como los de Marx), por el pensador escocés Adam Smith, es la receta para lograr alcanzar lo que toda la humanidad siempre ha estado buscando: lograr proporcionar la mayor suma de felicidad POSIBLE, para el mayor número POSIBLE de personas de una nación—y el mejor ejemplo e irrefutable prueba de que esto es así, es China, que desde que lanzó al cesto de la basura en 1976—después de la muerte de Mao Zedong—todas las superchería económicas marxistas, y comenzó a enrumbar s su país hacia la economía de libre mercado, se ha convertido en un poder mundial—en todos los ámbitos del quehacer humano—y ha estado progresivamente incrementado la calidad de vida de una de las poblaciones más grandes del mundo: más de mil 300 millones, según el último estimado de julio de 2007.

Por ello; la aparente percepción de los gobiernos de Venezuela y Ecuador; de que el gobierno colombiano, no es más que un títere estadounidense, y que las FARC-EP, tienen posibilidades de lograr un éxito militar frente al ejército regular de Colombia, está totalmente equivocada—inclusive si pensaran que apoyándolas logísticamente; estarían cerrando los ojos ante la elevadísima probabilidad—que ese apoyo logístico, no sólo sería neutralizado, sino sobrepasado ampliamente por un igual apoyo logístico del gobierno de los Estados Unidos de América al ejército de Colombia.

De la misma manera; si Venezuela y Ecuador, siguen creyendo en las cuatro falsas leyendas castristas descritas arriba; lo único que van a lograr es conducir a sus naciones hacia el inevitable colapso económico-político al que está destinado todo Socialismo Real—y deberían notar especialmente, que cuando la URSS colapsó en 1991, era el mayor productor del mundo de petróleo y gas natural—sobrepasando inclusive a Arabia Saudita—por lo que las riquezas petroleras de Venezuela y Ecuador—aún si el precio del barril sigue sobrepasando los 100 dólares, no será suficiente, para financiar los gigantescos—e inútiles—costos con los que las supercherías económicas marxistas, cargan a toda nación que las implemente.

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