Evo, el golpista que siguió el ejemplo que Caracas dio
Una profunda crisis sacude nuevamente a nuestra hermana República de Bolivia que preocupa a todos los países de la región.
Evo Morales quien fue un factor de desequilibrio al coadyuvar en la caída del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, vuelve a repetir sus provocaciones desestabilizadoras al concentrarse ahora en derrocar al Presidente Carlos Mesa.
El ex Presidente Sánchez de Lozada desde su exilio denunció que la acción Golpista estuvo auspiciada por el Gobierno Bolivariano. Es evidente que resulta difícil demostrar de manera contundente este tipo de financiamientos -que también ha sido alegado en otros casos de apoyo a grupos irregulares de nuestra América Latina.
Pero lo que si es innegable, es constatar el tratamiento privilegiado que recibió el líder anti-Americano en sus múltiples visitas a Venezuela de parte de las más altas autoridades gubernamentales. Estas acogidas especiales han tenido como efecto directo promover a un oscuro personaje Cocalero hasta convertirlo en una figura internacional.
Gracias a la Diplomacia Bolivariana, lo encontramos en lugar de honor en los Encuentros Internacionales Revolucionarios que se celebran en Caracas; o lo vemos como invitado Presidencial en una “colita” para viajar a la Toma de Posesión de Tabare Vasquez en Uruguay; o compartir con nuestro Mandatario el insólito Premio de los Derechos Humanos que le fue otorgado por Kadhafi en Libia, o como entusiasta testigo en La Habana para presenciar la firma del ALBA, ese Tratado que da nacimiento a la Alternativa Bolivariana, suscrito por sus únicos dos miembros Venezuela y Cuba, con el aplauso de invitados no gubernamentales que juran deslealtad al ALCA.
Este trato privilegiado es desproporcionado ya que sobredimensiona a un dirigente que no tiene ni aceptación nacional, ni capacidad moral o profesional para dirigir los destinos de Bolivia. Las fotos en Reuniones Cumbre con Chávez y Fidel que recorren el Mundo, lo equiparan a un colega en la Sombra, con un lenguaje revolucionario que estimula el odio de razas, la lucha de clases, la polarización política, y la inestabilidad irresponsable poniendo en riesgo los ingresos imprescindibles para su país que derivan de los hidrocarburos. En fin, su propuesta golpista y confrontacional hace inviable e ingobernable el futuro de ese país
Venezuela debería tener más cuidado y evitar darle respaldo a movimientos de esa naturaleza, que generan problemas no solo a la Comunidad Democrática de Naciones Latinoamericanas, sino además que ponen en dificultad a sus socios “estratégicos”. En Brasil, la visita de nuestro Jefe de Estado al Movimiento Sin Tierra generó malestar a un Gobernante tan de izquierda, o más de izquierda que el Bolivariano por no estar militarizado; mientras que los cambiantes respaldos a favor y en contra de Lucio Gutiérrez; las dudosas relaciones con las FARC; o los apoyos a Grupos radicales en Centro América pueden dar lugar a equívocos. Ha llegado el momento de envainar “la espada de Bolívar” y dejar de rodar con ella por América Latina.
(*): Ex Embajador de Venezuela en Naciones Unidas