Estados Unidos puede de nuevo soñar grandes sueños
El presidente Bill Clinton presentó en la noche del jueves un ambicioso mensaje sobre el Estado de la Unión, exaltando la prosperidad económica y el progreso social y declarando que «el estado de nuestra unión es más fuerte que nunca». Ello es así, dijo, gracias al pueblo estadounidense. «Estados Unidos», dijo Clinton, «nuevamente tiene la confianza para soñar grandes sueños».
Clinton indicó que ha llegado el momento para una «revolución estadounidense del siglo veintiuno», configurada con miles de millones de dólares en nuevos gastos gubernamentales. «Debemos ser ahora, como lo fuimos en el principio, una nueva nación», señaló el mandatario estadounidense en su mensaje desde el Congreso ante una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes del Congreso, ministros de su gabinete, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y una audiencia de millones de televidentes.
En el discurso, que coincidió con el debate entre demócratas y republicanos sobre qué hacer con los crecientes superávit fiscales, producto de una pujante economía, Clinton propuso un recorte impositivo de 350.000 millones de dólares, orientado a la clase media, con grandes aumentos presupuestarios para la atención médica, la educación, el ambiente y la lucha contra el crimen.
El mensaje en la sede de la Cámara de Representantes dio un papel prominente al vicepresidente Al Gore, el favorito para conseguir la candidatura demócrata a la Casa Blanca, mientras los estadounidenses concentran su atención en la campaña para las elecciones de noviembre.
Por otra parte, Clinton ofreció una agenda de recortes impositivos, fondos para la educación y la salud, expansión en gastos defensivos y otras iniciativas que, de acuerdo con su mensaje, «son grandes metas, dignas de una gran nación». A la vez,
propuso que se obligue a los estadounidenses a obtener una licencia antes de comprar un arma de fuego. Aludió a la reforma del sistema de salud Medicare, entre ellos el plan para extender la cobertura de modo que incluya la prescripción de medicamentos. Clinton propuso reducir el así llamado «castigo al matrimonio» y exhortó a la ampliación de créditos impositivos para las familias con más de dos hijos.
Clinton, quien pronunció su mensaje en momentos en que su índice de popularidad es del 60 por ciento, exhortó a los legisladores y la nación a «descubrir las posibilidades reales de la nueva economía mundial» que ofrece la globalización. Indicó que las sociedades más abiertas serán las que más se beneficien de las nuevas realidades de interdependencia, y en ese sentido dijo que Estados Unidos debería estar «en el centro de cada red global vital». Dijo que Estados Unidos debe hacer de las economías en desarrollo «nuestros socios en la prosperidad» y que se debe mirar la globalización más allá del campo económico «tratando de promover en el mundo la democracia, libertad y paz».
Clinton defendió la necesidad de que Estados Unidos mantenga su liderazgo en la escena mundial e instó al Congreso a dar su respaldo a la democratización de Rusia y el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio. Además, señaló que Estados Unidos debe apoyar a las democracias de todo el mundo, «incluyendo y especialmente esta noche, a Colombia, que está combatiendo a los narcotraficantes para defender la vida de sus propios hijos y de los nuestros». «Yo tengo un fuerte paquete de dos años para asistir a Colombia hacia la victoria en esta lucha… Tenemos que aprobarlo. Mucho depende de ello. Y es importante para la estabilidad a largo plazo de nuestro país y de lo que sucede en América Latina», dijo.