¿Es el terrorismo sólo islámico?
Comencemos diciendo que el terrorismo no es exclusivamente religioso, sino humano, y puede ser llevado a cabo hasta por un solo individuo.
Sin embargo; así como algunos fanáticos políticos de fe musulmana, echan mano de acciones extremas como es el terror, para manifestar sus opiniones sobre algo que les irrita, también existen fanáticos políticos; repito, que profesan una fe distinta al islam—sólo tenemos que recordar la quema de herejes, la ejecución de “hombres-lobo” y las cacerías de brujas que plagaron al antiguo mundo cristiano cuando estaba sumido en la superstición.
El terrorismo tampoco es exclusivamente político, es también perpetrado por el crimen organizado, como lo demostró la organización dirigida por el capo colombiano; Pablo Escobar Gaviria, del infame y hoy extinto Cartel de Medellín.
Tampoco es el terrorismo una acción exclusivamente anti gubernamental, o contra otro tipo de autoridad; pues algunos gobiernos—y otras autoridades—lo han usado en el pasado y todavía algunas aún lo usan en el presente, para mantener sumisos sus súbditos o ciudadanos.
Mucho antes de que existiesen las tres principales religiones monoteístas, (judaísmo, cristianismo e islam), abundantes sociedades atribuían una variedad de fenómenos naturales y la muerte, a la “ira de dios”, y así fue por muchos siglos hasta que la ciencia pudo descubrir y explicar los mecanismos detrás del rayo, los terremotos, las inundaciones, las sequías, las erupciones volcánicas, las plagas y enfermedades epidémicas—y otra larga lista de fenómenos naturales que supuestamente eran acciones terroristas de los dioses.
Ya esos fenómenos de la naturaleza no pueden ser calificadas como acciones terroristas, ya que este fenómeno criminal, es esencialmente humano—nada natural ni divino—
Tampoco es correcto calificar a algunas formas de terrorismo, como de origen religioso, ya que las deidades veneradas por los creyentes, casi universalmente, poseen un amor y una misericordia infinitas, por lo que el terror no es propio de ellas—son los seres humanos—creyentes o no—e independientemente de su afiliación religiosa, quienes individualmente u organizados, son responsables del terrorismo.
Podríamos considerar al terrorismo como una antítesis de la civilización, como una manifestación de la barbarie, ya que todas las naciones, independiente de su nivel de desarrollo social, cultural o económico, poseen diversas instituciones a cargo de ventilar las diferencias, ya sea entre individuos o entre grupos sociales; por lo que el terrorismo no tiene ninguna justificación.