Es demasiado tarde to pay lip service
En inglés, to pay lip service, significa: “acuerdo; o pago de respeto, insincero”, que a todas luces es exactamente lo que—demasiado tarde; repito—hicieron los mandatarios de Argentina y Bolivia, cuando se refirieron a la más reciente gira internacional del mandatario venezolano, después que ésta había culminado. Y cuando aún más posteriormente el mandatario venezolano paid lip service al etanol del mandatario brasileño, ya era también demasiado tarde.
Y sumamente triste.
Dice el Manifiesto Comunista: “El Objetivo inmediato de los comunistas es el mismo de todos los otros partidos proletarios: convertir al proletariado en una clase; el derrocamiento de la supremacía de la burguesía; y la conquista del poder político [mundial] por parte del proletariado” [Karl Marx y Friedrich Engels, 1848]; mientras que el máximo objetivo político de Luiz Inácio Lula da Silva, es “Fome cero” (Cero hambre)—y la masificación de la siembra de especies vegetales para la producción de Etanol, crearía una constantemente creciente fuente de empleos permanentes, para los trabajadores más empobrecidos que invariablemente residen en las áreas rurales de vocación agrícola—de cualquier país del mundo—y especialmente en los países que conforman el sueño tri-continental (América Latina-Asia-África) de Ernesto Guevara de la Serna (alias “El Che”).
¿Cuánta sinceridad entonces puede haber en un comunista que se oponga a la brillante idea, como lo es la creación en el territorio americano de una “OPEP del Etanol” si ésta tiene el enorme potencial real de sacar de la miseria y la pobreza a los proletarios del mundo?
Idea que podemos decir que tiene como precursores a los venezolanos llamados Juan Pablo Pérez Alfonso y Arturo Uslar Pietri, quienes repitieron sin cansancio durante décadas: “Hay Que Sembrar el Petróleo”.
El petróleo—y el gas natural—son recursos energéticos no renovables, cuya disponibilidad y existencia decrece con cada día que pasa. El Etanol—producido hasta ahora a partir de la caña de azúcar y el maíz—es un recurso energético renovable, y en consecuencia prácticamente de existencia infinita; y por ello también constituyó a lip service payment, la expresión del mandatario venezolano de que su permanente controversia con el mandatario estadounidense “no era personal”, después que éste último obtuvo un sincero abrazo del Presidente de Brasil, al materializar—no sólo con palabras; sino con promesas de inversión de varios miles de millones dólares—transformar en un éxito mundial la iniciativa brasileña de producir biocombustibles como su Etanol.
Marx, Engels, y sus utópicos y fanáticos seguidores actuales, han encontrado la horma de sus zapatos: Un Fantasma Recorre América Latina: El Fantasma del Etanol—que no es “imperialista”, sino brasileño.