Elecciones en España: el chico listo de la clase
El colegio “El Pilar” es un colegio bien, para gente bien, en una barrio bien, de Madrid. Allí estudiaba hace años un niño modosito, con pelusa encima de un labio inmóvil, con camisita azul, con jersey de cuello en pico, con pantalones de franela, con el pelo hacia atrás y voz de pito. Nadie se fijaba en él, entre tanto niño bien, entre tanto aprendiz de consejero delegado, pero Juanito sí. Juanito se especializó ya de niño en inversiones a medio y largo plazo y se fijó en Txemita –José María Aznar López- ese niño tan repolludo y callado. Todos los futuros jefazos buscaban al listo de la clase, pero el listillo de la clase buscó a José María. Juanito vestía con polos lacoste, y gafas rayban y tenía moto, seguro que tenía moto, y se la vendió muy bien a José María. Luego Txemita se convirtió en líder político y después en presidente del gobierno y se acordó de Juan Vilallonga, el único listo de la clase que se fijó en él en el colegio, a pesar de su voz de pito, a pesar de su aspecto enclenque, y lo nombró presidente de Telefónica, aún casi pública.
Y Juan no perdió su oportunidad. Repartió opciones de acciones entre cien directivos y justo el día que comenzó la campaña electoral se repartieron ochenta mil millones de pesetas. Lo suficiente para pagar la campaña de todos los partidos diez veces. Así uno entiende que el listo de la clase se haga amigo del presidente del gobierno y no se postule para ser él mismo el jefe. Ahora Juanito vive en Miami, donde mantiene un bronceado de rico, y además hay muchos lacostes en las tiendas y en los pantanos, con lo que le gustan desde niño los lacostes. Juanito ha ganado un dineral y ahora ya no quiere a su amiguito del colegio “El Pilar”, aunque no de bando, porque hace buena la frase de un amigo cínico que tuve: “no sé como hay gente de izquierdas con la cantidad de dinero que ganamos los de derechas”. Tener amigos para ésto, para que se vayan a Miami con los lacostes y la viuda de un millonario. Este Juanito siempre fue el listillo de la clase, y José María, ya se sabe lo que dicen los rojos, que las familias de dinero ponen al hijo listo al frente de las empresas y al tonto lo dedican a la política. Y Juanito ha hecho buena la frase del gran Jardiel Poncela: prefiere un amigo a una peseta, pero tener dos mil ochocientos millones de amigos es un grave problema de agenda y, claro, prefiere dos mil ochocientos millones de pesetas.
Artículos anteriores de Agustín Madariaga sobre las elecciones españolas:
(%=Link(3839658,»»)%), 29 de febrero de 2000.
(%=Link(5598020,»»)%), 25 de febrero de 2000.
Otros artículos de Agustín Madariaga:
(%=Link(9640851,»»)%), 24 de febrero de 2000.
(%=Link(5492551,»»)%), 23 de febrero de 2000.
(%=Link(1694303,»»)%), 18 de enero de 2000.