El viaje de Galiah
Galiah Abu Sitti es una militante palestina del grupo fundado por Yasser Arafat, y hoy liderado por Mahmoud Abbas, Fatah, que en estos días realiza un congreso en Belén para elaborar estrategias y acelerar la consumación de un estado palestino. Su viaje de Gaza a Cisjordania, a través de Israel, es emblemático de la compleja y surrealista realidad que experimentan los palestinos desde hace 3 años.
Galiah vive en Gaza, que ahora es controlada por el movimiento islamista Hamas, que no solo proclama la destrucción de Israel, sino también – desde que se apoderaron violentamente de esa densamente poblada franja de tierra – mantiene ilegal al secular movimiento del Fatah. Por eso Ghalia debió cubrirse todo el cuerpo, a la usanza de las musulmanas devotas, y así cruzar por un paso fronterizo hacia Israel, y desde allí a Cisjordania. Su viaje revela varios aspectos de la actual situación entre los palestinos, y por ende, su debilidad en su postura ante Israel:
– La división de los palestinos en los dos territorios en donde deberá concretarse el Estado Palestino, hace inviable, en este momento, su consecución. Los militantes de Hamas consideran a Fatah como una organización que traiciona sus nociones de crear una Palestina teocrática, basada en las leyes del Corán, y la tienen proscrita en Gaza. Por su parte, los líderes de Fatah comprenden el daño que este movimiento fundamentalista y terrorista le genera a su causa nacional, amen de que ambos grupos mantienen fresco el rencor de las matanzas que han ocurrido en estos años de guerra civil.
– El libre transito de Ghalia por Israel, para llegar a Belén, demuestra que sin importar cual sea el gobierno de turno en Jerusalén, el fortalecimiento de Fatah es primordial para aspirar a algún tipo de acuerdo que ponga fin al conflicto palestino-israelí. Si bien el gobierno de Netanyahu no se entusiasma con ninguna concesión territorial a la Autoridad Palestina de Abbas en Cisjordania, sus miembros entienden que la única oportunidad de lograr un acuerdo de coexistencia, es con este grupo, que, desde la muerte de Arafat, condena y combate al terrorismo sin ambigüedades. Al igual que Fatah en Gaza, Hamas en Cisjordania está proscrito, y la nueva policía palestina de Fatah también ha mejorado mucho en el reto de desarmar a la población civil, la lucha contra la delincuencia y mejorar el clima de convivencia entre palestinos y colonos judíos en la zona.
– El viaje de Ghalia de Israel a Cisjordania ejemplifica también algo que casi no informan los medios: Israel ha relajado los controles militares en donde se chequea la entrada y salida de palestinos a su territorio, incluyendo el paso de Hawara, el más estricto de todos, en donde hoy fluye el transito a uno y otro lado de la frontera.
Estas historias cotidianas demuestran que el camino a la paz pasa por estos pequeños “pasos” y “viajes” como el de Ghalia, que con un poco de ayuda en la lucha contra el extremismo, el fanatismo y la politiquería, son la verdadera base de una posible convivencia entre ambos pueblos.