El plan maestro de Fidel
El Proyecto de Control Electoral Revolucionario (PROCER) es la punta del iceberg de un designio mayor denominado «Plan Futuro», formulado por Fidel para apoderarse de Venezuela paulatinamente. La experiencia en la fracasada guerra de guerrillas de los años 60 le indicó que debía cambiar de método. Ramiro Valdez, uno de sus expertos del área de inteligencia, formado por la STASI (Policía de Seguridad del Estado de Alemania Oriental) le habló sobre los modernos métodos de control de población utilizando computadoras y sistemas de comunicaciones. Fidel le ordenó que siguiera estudiando el tema.
Valdéz formó un equipo de especialistas en telemática que habían adquirido experiencia con los soviéticos en la base cubana de Lourdes. Dentro de ese exclusivo grupo sembró la idea que le habían inculcado en la Stasi de usar la telemática como arma de dominación política, no solo internamente en Cuba sino hacia el exterior. La exótica idea atrajo a Fidel y fue el origen del «Plan Futuro». El proyecto «PROCER» fue uno de las primeras ideas producidas debtri de este plan maestro. La llegada al poder de Chávez facilitó su puesta en práctica en Venezuela. Los resultados están a la vista.
El objetivo final del Plan Futuro no es Venezuela, sino el control de la América Hispana y del Caribe dentro del contexto de la «Batalla de las Ideas». En ese enfrentamiento se utilizan tres armas ideológicas poderosas: el nacionalismo, el antiamericanismo y el bolivarianismo. Estos instrumentos son empleados en conjunción con el comunismo para crear «La Patria Grande hispanoamericana», donde los Castro y sus sucesores gobernarán a perpetuidad como dictadores. Este empeño ha ido avanzando gracias al carisma, magnetismo y sentido social de Fidel. El y Chávez se convirtieron en paladines de la mayoría empobrecida de estas tierras. Esta política de Estado se usa en conjunto con una aceitada maquinaria propagandística y una insidiosa guerra sicológica y desinformación para instalar una dictadura, disfrazada como democracia para ajustarse a la moda política. Dentro de este contexto ellos son los nuevos redentores.
Desde los tiempos de Lenin los comunistas han sido expertos en infiltrar a sus enemigos. El «Plan Futuro», basado en técnicas de la STASI, utiliza computadoras y complejas redes de comunicaciones y sistemas de control para penetrar al gobierno venezolano y controlar al país. Los blancos son los poderes públicos, las Fuerzas Armadas, los partidos, los estudiantes, los sindicatos, etc. Cuando se denuncia este entramado claramente visible, saltan a la arena furibundos grupos de lobby bien financiados clamando «¡Muestren las pruebas!». Lo mismo dijeron los defensores de Chavez cuando lo detuve en 1989 y gafamente CAP lo dejo en libertad.
La «carga de la prueba» es un aforismo jurídico que se aplica a quienes acusan ante un tribunal. Incluso en esos casos esta carga no es predeterminada. En Derecho, el principio ontológico establece que la carga de la prueba no corresponde a quien afirma un hecho sino a quien está en capacidad de probar lo contrario. Contra mis afirmaciones le corresponde al gobierno cubano y a sus colaboradores en Venezuela demostrar que estoy equivocado. Aunque en este caso no esta planteado un juicio formal sino una confrontación pública de ideas para tratar de dilucidar la verdad.
Mis investigaciones me permiten afirmar con firmeza que Fidel Castro y sus sucesores, mediante el control de actividades vitales del gobierno de Venezuela, como la penetración de los poderes públicos, las Fuerzas Armadas, PDVSA, seguridad, cedulación, registros, elecciones, etc., están instalando legalmente una dictadura comunista para controlar el país. Este hecho es sorprendente porque los términos comunismo, socialismo y dictadura no forman parte de nuestra Constitución. Por supuesto, para Castro esto no es problema, porque la Carta Magna venezolana es lo que él diga.
El cese de la ayuda soviética a Cuba obligó a Fidel a aplicar la idea de Valdéz para apoderarse del petróleo venezolano. El colapso soviético coincidió con la caída de los precios petroleros que tenían a Venezuela contra la pared. Las protestas contra la democracia iban en aumento y Fidel estaba sintonizado con la logia golpista. Para entonces Valdés ya tenia un plan telemático elaborado pero Cuba no tenía el know how ni el dinero para desarrollarlo en Venezuela.
En 1989 Fidel fue invitado a Caracas a la coronación de CAP. Fidel llegó en tres aviones rusos con una comitiva de más de 300 personas de aspecto militar que entraron sin identificarse por la rampa 4 de Maiquetía. Para alojar este grupo contrató para su uso exclusivo el hotel Eurobuilding, que estaba a a punto de ser estrenado. Los gastos fueron cubiertos por el gobierno de Venezuela. Allí Fidel se reunió clandestinamente con varias personalidades locales incluyendo algunos militares. Uno de ellos fue un mayor que trabajaba en el Palacio de Miraflores muy cerca de la oficina del Presidente Pérez. La reunión fue amor a primera vista. La empatía fue total y la química perfecta. En diciembre del 89 detuve a Chavez y 18 miembros de la logia. De inmediato una nube de infiltrados salto a decirle a CAP que no habia suficientes pruebas. CAP ordeno dejarlos en libertad. En 1991 pase al retiro. Lo demás es historia.
El golpe del 4F no sorprendió a Fidel, pero al ver la derrota de la intentona se puso en contacto con CAP para rechazar el asalto. Cuba necesitaba el petróleo venezolano y no podía correr riesgos. Chávez fue a prisión y en 1993 Chávez pidió el indulto a Caldera, siendo amnistiado en marzo del 94. Una vez libre Chávez se declaró partidario del abstencionismo. En diciembre de ese año Fidel lo invitó a La Habana simulando no conocerlo. Al bajar del avión se abrazaron como viejos amigos. El lenguaje corporal indicó que se conocían bien. Posteriormente, en la Universidad de La Habana en 1994 el golpista se dirigió a la audiencia llamándolos «queridos compatriotas». Era evidente que el plan de dominio de Hispanoamérica ya estaba en marcha.
En esa visita Fidel convenció a Chavez que debía lanzarse como candidato a la presidencial y le explicó en detalle el «Plan Futuro» para apoderarse no solo de Venezuela sino de toda Hispanoamérica. Los Castro serían los líderes de ese nuevo imperio comunista y al morir ellos Chávez sería su delfín. Al regreso a Caracas ya era un zombi de Fidel.
En 1996 los soviéticos decidieron retirarse de Cuba. A la partida de los rusos Fidel negoció con China para permitir la construcción en Bejucal de una nueva base militar con capacidad para espiar telecomunicaciones, hacer exploración radioeléctrica y lanzar ataques cibernéticos. A cambio Fidel pidió a los chinos asesoramiento y ayuda técnica para desarrollar el Plan Futuro. Los chinos habian ya elaborado para reemplazar a los rusos y convertirse en los rivales de los americanos por el dominio del mundo.
La llegada al poder de Chávez en 1998 le abrió a Fidel las puertas de Venezuela. La decadencia de la 4a República facilitó el triunfo. Pero esa victoria era solo el primer paso. El objetivo era perpetuarse en el poder. Para ello necesitaban a SMARMATIC.
HAY QUE ELIMINAR LA MAQUINITA…