El pago de Chile
La expresión «el pago de Chile» es una de las más duras sobre nuestra idiosincrasia. Según ella, Chile no suele premiar en justicia los méritos de sus hijos, o lo hace cuando ya es demasiado tarde. Una versión sitúa su origen en el tardío reconocimiento público a los soldados que pelearon en la Guerra del Pacífico: los sobrevivientes o los parientes de los que habían dado su vida sólo recibieron compensaciones décadas después.
La expresión «el pago de Chile» es una de las más duras sobre nuestra idiosincrasia. Según ella, Chile no suele premiar en justicia los méritos de sus hijos, o lo hace cuando ya es demasiado tarde. Una versión sitúa su origen en el tardío reconocimiento público a los soldados que pelearon en la Guerra del Pacífico: los sobrevivientes o los parientes de los que habían dado su vida sólo recibieron compensaciones décadas después.
Pero con los extranjeros que han hecho aportes importantes al país, curiosamente, Chile ha sido a menudo generoso a la hora del reconocimiento. Así fue con Andrés Bello, por ejemplo, un venezolano cuya inmensa contribución a este país conoce cualquiera que haya ido al colegio.
Y precisamente un venezolano -en una columna publicada el martes en este diario- nos ha emplazado no sólo a ser fieles a esa tradición, sino a recordar que también los chilenos hemos sido bien recibidos por otros países y recompensados nuestros aportes, cuando en momentos difíciles de nuestra historia hemos tocado sus puertas pidiendo acogida. Y en especial Venezuela, allá por los años 70, recibió a miles, incluso decenas de miles de chilenos, que rehicieron allá sus vidas gracias a la generosidad de los venezolanos.
Hoy, nos dice el columnista, cuando los venezolanos están pasando por tiempos difíciles en su país, no hemos sido igualmente acogedores con muchos de ellos. Y por razones políticas, o por ahorrarnos problemas, hacemos oídos sordos a sus reclamos. ¿El pago de Chile? (MOJ)