El motín de los mangos
El Motín de los Mangos, con implacable rigor, desnuda la mala praxis del cristinismo.
La torpe indolencia para resolver elementalidades prácticas de gestión.
El desastre se anunciaba desde hacía seis meses. Aunque dista de emocionarse con los dilemas salariales, el Portal prefirió anticiparlo con la contundencia comunicacional del tuit.
Aquí se reproducen algunos tuits del 2 de mayo, cuando se advirtió desde la cuenta @cayetanoasis:
“Derivaciones salariales del Caso Zanotti ponen a Regimientos y Destacamentos enteros en estado de asamblea. “Vienen por el bolsillo”.
En Gendarmería el aire se tajea. De nada les sirvió ser las odaliscas del kirchnerismo. El que ganaba 20 va a ganar 8.
Hay bronca en Ejército, Gendarmería y Prefectura. Ahora no sólo van a ganar menos. Tendrán que pagar lo que cobraron de más.
Caso Zanotti. “Nuestra última esperanza es Berni”, confirma la Garganta. (Sergio Berni es el Interventor del Ministerio de Seguridad).
Los mangos en juego del Caso Zanotti, en las Fuerzas Armadas y de Seguridad importan mucho más que Videla y la lesa humanidad.
No podés adelantarles en negro y después sacársela. El bolsillo puede más que el honor”.
El Motín de los Mangos se presentía, cinco meses atrás, desde el Portal. Cuesta entonces admitir que aún persista la perplejidad del funcionario sorprendido.
Son tan truchos que se merecen, incluso, la desestabilización trucha que pregonan.
El deseo de creer que la democracia se encuentra en riesgo. Cuando el único riesgo que contiene hoy la democracia consiste en encontrarse horriblemente administrada por una manga de irresponsables. De improvisados. Insolventes interesados en captar los resortes del poder. Pero de ningún modo para utilizar, esos resortes, en resolver alguno de los problemas básicos que se les presentan.
Entre Garré, Berni y el “grilo”
Por lo tanto, El Motín de los Mangos amenaza con llevarse puesta a la señora ministra Nilda Garré, Ministro de Seguridad, La Ex Dilma.
Por ahora Nuestra César, según nuestras fuentes, no va a entregarla a Garré. Ni siquiera con la salida elegante de la candidatura a senador (que es más fácil que le caiga al intelectual Horacio González, ampliaremos).
Entregar la cabeza de la Ex Dilma se transformaría en una obvia claudicación hacia los amotinados.
Lejos de pretender derrocarla, lo que frontalmente quieren los amotinados es cobrar. La suya.
Les importa que “el Estado no les meta las manos en el <grilo>”. (El bolsillo, en lunfardo clásico).
La reivindicación por los mangos, para los amotinados, es infinitamente más movilizadora que el dramatismo de la “lesa humanidad”.
Sin embargo, el Motín de Los Mangos deriva también en la eventual sepultura política de Sergio Berni.
Trátase del principal enemigo de Garré. Ver “Dilma y Berni, El Domador de Piqueteros” (cliquear).
Aunque no se le reporta a Garré, ni para saludarla en Navidad, el doctor Sergio Berni es el segundo. El viceministro e interventor.
Es El Licenciado Serial. Un profesional de la doble licencia. Primero como militar. Y sobre todo como senador provincial de Buenos Aires.
Berni es, acaso, tan responsable del motín como Garré. Porque contó con la confianza inicial de los laburantes, hoy amotinados salariales. Fue “la última esperanza”.
Sin embargo Berni apenas alcanzó a plantear la existencia del problema. Pero sin resolverlo, como corresponde a un cristinista de ley. Sobre todo porque no hay capacidad para inventar los mangos. Ya que “el modelo”, de desarrollo con “inclusión social”, estalla con la insensibilidad del cristal. Pronto va a estudiarse como la construcción de la gran fantasía. La Revolución Imaginaria.
Berni es un “hombre hecho”. Casi millonario. Con 12 mil hectáreas en 28 de Noviembre, Santa Cruz, con tantos caballos como Moneta y con una chacra importante en Buenos Aires.
Lo que le encantaba, según nuestras fuentes, era participar de la indolencia del senado. Era (aún lo es) vicepresidente de la Cámara. Se encuentra en la línea de sucesión.
Para quienes lo consideran “un pichoncito de Perón”, tiene esperanzas de ser el continuador.
Pero Berni no pudo rechazar el pedido de Nuestra César. Secretamente ella necesitaba atemperar el extendido eje de poder Garré-Milani (por el general César Milani, uno de los grandes créditos promovidos por el Portal). Es el eje que intentó convertir al Ministro Puricelli, de Defensa, en uno de sus empleados más notorios. Con redacción propia.
Son los antojos cruzados de Nuestra César. Con cada decisión, suele generar un nuevo problema.
Recurrió a Garré para desestructurarlo a Aníbal (que manejaba la seguridad con Néstor, El Furia). Y crear el Ministerio de Seguridad, después de las invasiones del Parque Indoamericano, que carga con los muertos olvidados, “Los Kosteki y Santillán del cristinismo”.
Pero debió recurrir a Berni, para encarar la desestructuración de Garré.
Es el mecanismo que utiliza Nuestra César, heredado del recetario de El Furia. Pero para crear la atmósfera de tensión, donde nunca se resuelve un solo problema. Se explica que deba sorprenderse con frecuencia. Sin ir más lejos, con la tontería salarial que se convierte en El Motín de Los Mangos.
Parroquiales
Por si no bastara, a Héctor Icazuriaga, Corazón de Elefante, el Secretario de Inteligencia que vivía su mejor momento, Nuestra César ya le echa, según nuestras fuentes, flit.
Y al Paco Larcher, El Espía que Viene de Abril, tampoco nunca lo tuvo muy presente en sus oraciones. “Demasiado vinculado a Néstor”.
Aguarda que madure un poco cierto mancebo de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. Para quedarse, también, con la Cooperativa de Crédito de 25 de Mayo.
Significa confirmar que Nuestra César hoy carece de información confiable. En banda, consume pescado, si no podrido, de colores.
Se profundizan los buracos de la administración paralizada. Queda reducida a las grandes formulaciones sin instrumentación.
Se explican las memorables metidas de pata, tanto internacionales como domésticas. Signaron los últimos meses, entre cadenas de desatinos. En una atmósfera perceptible de declinación. De mala praxis que ya no sólo preocupa. Atormenta.
Para concluir, se insiste en que Nuestra César necesita, según nuestras fuentes, una licencia. Cuestiones personales. Pero por cuestiones políticas no la puede tomar. En un momento de retroceso, intensamente tenso, no debe dejarle el mando al clavel del aire, Amado Boudou, El Descuidista. Aunque esté Zanini siempre cerca, para controlarlo.
Es Zanini el que, verdaderamente, hoy gobierna.
Pero, como se gobierna muy mal, sostener que Zanini se cargó el gobierno al hombro, es la mejor manera de descalificarlo.