De como vemos la Unión Europea
Érase una vez un gran condominio. Era un gran edificio, dividido en plantas, es lo que en España conocemos como Propiedad en División Horizontal. Cada planta de este gran edificio, estaba dividida en pequeños apartamentos, pisos medio de dos y tres dormitorios, grandes pisos con cinco o más dormitorios, dos o tres cuartos de baño, cocina, salón, terraza…..
En cada uno de ellos habitaban sus respectivos propietarios y entre todos, según sus cuotas de participación , contribuían a cancelar los gastos comunes del condominio: Luz de escaleras, gastos de ascensores, mantenimiento del edificio, limpieza diaria del mismo en sus espacios comunes….
Cada uno de ellos, como hemos dicho, tenia una propiedad privada. Era su propia casa. En ella, cada uno vivía según su manera y posibilidades, tenía sus propias normas por las que se regían y a la vez, respetaban las normas generales del condominio (La Ley de Propiedad Horizontal, El Reglamento Interno del Condominio etc..,).
Cada uno de ellos tenia unas posibilidades económicas. Unos trabajaban y gran parte de su sueldo lo destinaban a pagar la hipoteca que gravaba su propiedad, se abstenían de ir de vacaciones para ahorrar y poder pagar esa hipoteca. Otros, sin embargo, tenían, sin soportar privaciones, capacidad de ahorro para pagar esa hipoteca, porque su poder adquisitivo era mayor. Otros lo habían pagado al contado y no tenían deudas pendientes alguna…..
Así, funcionaba el condominio y navegaba por este largo peregrinar de la vida. Pero un día, se convoca reunión general de todos los comuneros para renovar a la Junta Rectora. Se celebra dicha reunión y los comuneros que más participación porcentual tienen sobre el total del condominio, por iniciativa del nuevo presidente, perteneciente al piso mayor, juntamente con los demás componentes de la nueva Junta Rectora, deciden , a las bravas, reformar los Estatutos y el Régimen Interior e imponer su ley.
Esta nueva ley, persigue conseguir que todos los comuneros tengan el mismo nivel de endeudamiento, no importa sus posibilidades de ingreso, ni su situación interna, que todos los comuneros tengan libre acceso a todos los apartamentos y pisos, sin control alguno de sus propietarios, diríamos que se establece una ley de Puertas Abiertas. Se decide que todos tienen que manejar una misma unidad monetaria, creada por el condominio para comprarse entre ellos, se decide, en definitiva, una unidad económica condominial. Se vota y claro, se aprueba porque aquellos que inventan esta unidad, son los que se van a beneficiar de ello. Los que, aún, no pudiendo, no viéndolo claro, se dejan arrastrar y se tienen que adaptar a esta nueva normativa, porque se les dice que si no pueden, que se marchen del edificio o quedarán, severamente, marginados, otros se idealizan con ese nuevo paraíso y se adhieren deslumbrados….
Con ello, se promete que todo va a funcionar mejor, que no va a haber diferencias, que no va a haber problemas internos porque todos van a ser iguales, porque todos van a tener las mismas oportunidades y derechos, porque así, sus economías van a ser más igualitarias, porque al unirse todos se crea una verdadera fortaleza que será respetada por los demás……
Así, se pone en marcha y transcurre el tiempo. Con él, se comienza a ver que son los grandes propietarios los que tienen el poder, que son ellos los que tienen los bienes a comprar, que son ellos los que a la hora de decidir salen beneficiados y naturalmente, los más débiles económicamente, ven que sus problemas no se resuelven, que continúan siendo los mismos, que antes. Que al menos, antes cerraban la puerta de su casa y allí mandaban ellos, que eran soberanos, que podían adaptar su economía interna a sus necesidades, que podían endeudarse para comprar un carro, que podían decidir si trabajar o no hacerlo en una u otra manera. Ahora, le controlan desde la Junta Rectora, le impiden endeudarse para comprar ese carro y tiene que renunciar a él, ve que los demás entran y salen por todos lados y no hay control alguno, que la unidad monetaria que ellos han inventado no sirve en el mundo real del comercio exterior. Que ese mundo real no la admite ni consiente que, ni siquiera esté a la par., que han perdido su soberanía en su propia casa, que el problema suyo no es el de los más poderosos, pero que sí se ve con la carga del problema del más poderoso. Y todo, poco a poco, se va derrumbando. Esa Unidad Económica se resquebraja, esa unidad monetaria se debilita, el mundo exterior hace ingeniería financiera para que tengan que aceptar la moneda de curso…….
En definitiva, cuando el propietario del pequeño apartamento se queda sin trabajo, ningún propietario restante le ayuda, pero el gran propietario continúa pidiendo y exigiendo, haciendo reuniones y mancando normas para ir protegiendo sus intereses . Y ve que todo ha sido una utopía, pero la estructura ya está formada, se siente envuelto en ella, no puede salirse tan fácilmente, se quedaría en plena calle…
Que el mundo exterior, poderoso económicamente, no le permite ver plasmarse esa realidad prometida y que la verdad es que, ahora, está peor que antes, que es más pobre, que su libertad y soberanía se ha perdido que tiene que pedir permiso a la Junta Rectora, para casi todo, que esa Junta lo fiscaliza y lo oprime…..
Pues bien, esa es la realidad de lo que han hecho los políticos europeos (Alemania, Francia e Inglaterra…), con el resto de las naciones europeas. Naturalmente, son las naciones más pobres las que padecen sus consecuencias y las más ricas y poderosas (Alemania, Francia, Inglaterra…) las que se benefician y disponen bajo sus normas. Pero ojo, el Reino Unido se reserva su soberanía monetaria, pues alto¡ que libra tengo y fuerte divisa es¡…. Ni hablar del tema¡. Los Países Escandinavos rehusan, sabiamente a entrar en tan tremendo laberinto y loca aventura. Aún reina algo de sentido común en Europa.
España, por el contrario, se siente más europea que nadie y entra a cualquier precio y en cualquier forma. Pierde su soberanía en algo tan fundamental como es la pesca en las costas de Marruecos. Nuestros pescadores se ven abocados a continuos paros biológicos, mientras los pesqueros marroquíes continúan pescando y vendiéndole el mismo a España. Es Bruselas la que decide los destinos pesqueros españoles. Es Bruselas la que decide el destino de la industria naval española y en definitiva todo, la cantidad de leche que debe producir, la de aceite etc.., Que eso genera paro, pobreza, dilapidación de bienes económicos, no importa. Como aquí decimos: “LO IMPORTANTE ES SER EUROPEOS Y YA ESTAMOS EN EUROPA¡.
Nos expulsan de forma ignominiosa de las aguas de Canadá y esa Unión Europea mira para otro lado. Se aborda ilegalmente un buque pesquero español y retiene en Canadá,. No importa, la Unión Europea lo soluciona. Nuestros socios velan por nuestros intereses No es un acto de piratería, es la defensa ecológica del Fletrán….. Se detienen camioneros en Marruecos acusados de traficar con drogas, no importa, a cambio aquí se recibe a los pobres marroquíes que desesperados huyen de su país, jugándose la vida al cruzar en lanchas el Estrecho de Gibraltar y pagar cantidades económicas, para ellos inalcanzables. Mueren en el intento y ahí queda todo. Nada se hace contra el Reino Hermano de Marruecos. Eso no es violación de los Derechos Humanos, es tener buenas relaciones con nuestro hermano país vecino.
Ahora añadimos que como Marruecos no está en dicha Unión, sí puede pasar a través de nuestras fronteras sus tomates para el resto de Europa, mientras los nuestros tenemos que tirarlos, exporta su pescado, mientras nuestros pescadores pasan hambre, los olivares andaluces son destruidos porque Bruselas así lo dispone, mientras Italia exporta aceite. Pero no importa SOMOS EUROPEOS¡.
Pero ya, Don Quijote De La Mancha, no cabalga por las llanuras de Castilla deshaciendo entuertos, ya solamente nos queda el triste, duro y amargo sabor del hierro, polvo y sudor mientras, el Cid, con diez de los suyos hacia el destierro cabalga.
Los que cabalgan a sus anchas por esos lares son los políticos que sin conciencia vendieron a España de tan mala manera y los que continúan terminándola de vender, en nombre de la democracia. Pero hagamos una aclaración, democracia, para ellos es vivir no para la democracia sino a costa de la democracia y del pueblo español.
Que en esa Junta Rectora existen miembros que defienden determinados intereses económicos personales, que para ello utilizan todos los medio posibles, que determinados vocales de esa Junta rectora se venden a cambio de dinero y traicionan a sus propios convecinos, que en definitiva, ya no se sabe donde están sus derechos y se da cobijo a futuros comuneros que se sabe no están en condiciones de afrontar estas reglas comunitarias, que aparece la mafia, que aparece el desempleo que ya no se sabe donde está la verdadera frontera entre Asia y Europa, que todo conducirá a algo nada bueno .
Así, vemos eso que dicen es Unión Europea. Pero como siempre decimos: Amanecerá y veremos.
ING. FRANCISCO SALAS ROMERO
DIPLOMADO EN PLANIFICACION Y ADMINISTRACION DE EMPRESAS
(UNIVERSIDAD POLITECNICA DE MADRID