Correa condecora a Fidel Castro mientras permite doce campamentos de las FARC en su territorio
En La Habana el vicepresidente de Ecuador, llamado Lenín Moreno (muy simbólico) acaba de condecorar al carnicero Cubano, Fidel Castro. Mientras tanto, en Ecuador, segun informa el gobierno de Colombia, existen doce campamentos de las FARC, con unos 1800 combatientes. Esto no deja dudas sobre la naturaleza del régimen de Rafaél Correa. El alineamiento de Correa con la petro-dictadura de Hugo Chávez en Venezuela, con el régimen castrista y con las FARC se combina con la corrupción de su gobierno, traída a la luz por su propio hermano (quien, para ser objetivo, tampoco parece ser muy honesto).
Ecuador está manejado hoy por un régimen abiertamente gangsteril. Correa es un presidente animado por un profundo resentimiento contra los Estados Unidos, el factor común que lo identifica con Hugo Chávez, Daniél Ortega y Evo Morales. El parece ser el anti-D’Artagnan de ese trío de anti-mosqueteros, donde Chávez es el anti-Porthos (lleno de plata pero sin honestidad), Ortega el anti-Aramis (violador, no seductor), Morales es el anti-Athos (cocalero, no muy noble) y Zelaya el anti-Planchet (el carga bates, en términos modernos).
La última decisión de ese grupo, estructurar una moneda común llamada el Sucre, para hacerle contrapeso al dólar, es una caricatura de la creación del Euro. Para que una moneda pueda tener validez en el mundo internacional de la finanzas tiene que ser aceptable tanto para el lado de quienes producen y exportan como para el lado de quienes compran. El Sucre, si es que arranca, tendrá una utilización esencialmente semi- incestuosa porque hasta uno que otro país del llamado ALBA han declinado utilizarla, ya que dependen del turismo internacional o del mundo del comercio internacional donde reinan el dólar y el euro. Al usar el nombre de un héroe latinoamericano que fue notable por su nobleza y pureza de espíritu para esta cantinflada los hampones que forman el ALBA ofenden, ensucian su memoria, de la misma manera que Hugo Chávez ha ensuciado la memoria de Bolívar al utilizar su nombre para identificar su régimen represivo y su ejército indigno.
El grupo ya está bien identificado como incapaz de gobernar. Solo saben mandar, aprovechando la tendencia atávica hacia la admiración del déspota y la inmensa pobreza que convierte a muchos latinoamericanos en limosneros del hombre fuerte, a cambio de su libertad. Todos sus miembros aspiran a eternizarse en el poder mediante la violación sistemática de las leyes y las modificaciones constitucionales hechas por medio de maniobras ilegales. En Bolivia, hacen sesionar al Congreso en un cuartel, sin invitar a la oposición; en Nicaragua, reúnen solo a los miembros de la Corte Suprema partidarios del violador para eliminar un artículo de la constitución; en Venezuela, convocan un segundo referendo ilegal para cambiar la constitución. En Honduras, un intento de Zelaya (el más torpe del grupo) ha sido derrotado por la democracia hondureña, a pesar de la presión pro-Zelaya que ha ejercido, de manera inexplicable, mucho del mundo democrático.
Como nadie aprende en cabeza ajena Correa fue re-electo. Sin embargo, le está sucediendo lo mismo que a Chávez. No puede erradicar de la conciencia popular el afán de libertad y democracia arraigado en un gran sector de la población. En el mejor de los casos Correa aún es acompañado por una mitad de la población ya que muchos quienes votaron por el lo hicieron por ser el “menos malo”de las alternativas. Un mandatario que no esté acompañado de una clara mayoría de la población no podrá imponerle al país el rumbo que desea. Ello representa la mayor de las frustraciones para el club del ALBA, donde todos están ya remando contra una corriente popular representada por el desencanto, cuando no la abierta indignación popular contra la ineptitud.
Correa es un gangster político, como lo ilustra el tratamiento que le ha dado al juioio contra la empresa petrolera Chevron, en el cual tanto él como algunos lugartenientes han intervenido abierta y hasta criminalmente a favor de la parte acusadora. Es un extorsionista, como lo ilustra su planteamiento de permitir la actividad petrolera en una región de Ecuador ecologicamente frágil, a menos que le paguen millones de dólares para no hacerlo. Esto es extorsión porque si no se debe hacer no se hace y punto.
Correíta, como le llaman sus paisanos, va por mál camino, sin que pueda alegar ignorancia, como si lo pueden hacer los incultos Morales, Ortega y Chávez. Correíta tiene una buena educación de una universidad estadounidense. Sin embargo, su resentimiento contra ese país, que encarceló a su padre por cuatro años, ha probado ser mayor que su sentido de ecuanimidad, arrojándolo en los brazos de la mafia del ALBA.