Comencemos por el principio
Si bien es verdad que “… todo tiene su final…” (Hector Lavoe), no deja de ser verdad también, que todo final, inevitablemente, tiene un principio.
No hay sorpresas
Según lo reseña el resumen de la prensa nacional e internacional: “… Luego que el gobierno colombiano revelará que lanzacohetes AT-4 comprados por el gobierno venezolano a Suecia están en manos de las Farc, el gobierno sueco ha pedido una ‘explicación responsable’ a Venezuela por el hecho…”.
¿Cuándo llegaron esos AT4 a manos de las FARC?
Recordemos que el día 28 de julio del 2004, según lo informara la agencia de noticias DPA, los ministros venezolanos en funciones, Lucas Rincón Romero (Interior y Justicia) y Jorge García Carneiro (Defensa), habrían confirmado oficialmente la desaparición, robo, pérdida o saqueo en el almacén CEDEIMAGUE ubicado en Puerto Cabello estado Carabobo.
Una significativa cantidad de explosivos ya físicamente no estaban en el almacén; a saber:
1. Ochenta (80) toneladas de un alto explosivo (cantidad equivalente a 176.211 barras de C4 si fuere el caso, menos en combinados, donde muy bien pudieren estar incluidos, más no expresamente citados, algunos AT4).
2. Cinco (5) toneladas de detonadores eléctricos (aproximadamente 16.660 detonadores).
3. Dos y media (2,5) toneladas de detonadores no eléctricos (equivalente a unos 31.600 detonadores).
Ochenta y siete (87) toneladas de cualquiera sea el material, como podrá ser entendido por cualquier ciudadano común, no se mueven a mano limpia, en una sola noche, en un momento fugaz o de descuido de custodios, menos aún si se trata de materiales de manejo tan especializado y donde, a riesgo de explosión, no se pueden mezclar en el mismo contenedor, receptáculo, caja o batea, explosivos rompedores (C4) con detonadores –eléctricos o no–.
Requiere esa tarea, además de tiempo, maquinaria y operadores, más mano de obra especializada en el asunto y, luego, de medios de transporte adecuados al tipo de material a trasladar.
Más explosivos
Como se recordará, ya para esa fecha de la declaración oficial de Lucas Rincón Romero y Jorge García Carneiro, y de acuerdo a las reseñas de la prensa diaria nacional, se tenía en registro como material perdido, según un balance acumulado al día 270704:
4. Setenta (70) granadas fragmentarias.
5. Veinte mil (20.000) kilos de Permanganato de Potasio.
6. Cien (100) kilos de C4 (equivalente a 220 barras).
7. Cinco mil setecientos (5.700) detonadores sin indicar tipo.
8. Dos mil quinientos (2.500) kilos de Cordón Detonante.
Recuperados
Otras informaciones de los mismos medios y sobre el mismo tema, señalaron que entre el mes de noviembre del 2003 y el 28 de julio del 2004, en ocho meses, habían sido recuperados por los cuerpos de seguridad del gobierno, un total de 25.083 kilos de distintos explosivos en distintas presentaciones.
En una de esas extrañas “recuperaciones”, los explosivos habían aparecido tapados bajo una lona en la batea de una pick up estacionada y abandonada a pleno sol. La única información difundida a los medios, allí murió el caso.
En otros términos
De un total estimado de 111.835 kilos de explosivos extraviados en ocho meses de gobierno, asumimos que AT4 incluidos puesto que se almacenan en el mismo lugar donde se almacenan explosivos, los responsables por la seguridad y custodia de los bienes del Estado, en especial del parque de armas de la República, sólo lograron recuperar el 22,5% de los explosivos que habían sido sacados ilícitamente de los almacenes militares.
El resto, 77,5% de ese total de explosivos fuera del control de sus custodios –del gobierno–, equivalente a 86.672 kilos aún hoy, 1.825 días después de la declaración oficial tanto del ministro del Interior y Justicia, como el ministro de la Defensa, no han sido recuperados.
Recordemos sin embargo:
1) Una de las primeras denuncias sobre presunto magnicidio en curso, se soportó en el hallazgo de un tubo de lanzamiento de un AT4 sin granada, casualmente encontrado en un solar en la ruta de descenso de aeronaves operando en el aeropuerto de Maiquetía.
2) A raíz del asesinato del Fiscal Danilo Anderson y en una no muy clara operación policial, fue asesinado cerca de la Plaza Venezuela en Caracas y por funcionarios de la policía, el abogado Antonio López Castillo; en el fragor de las informaciones y explicaciones, sale a la luz la versión oficial de que en el allanamiento de la residencia la familia del abogado, matrimonio López Castillo, había sido localizado un arsenal; debajo de la mesa del comedor principal, un AT4, además de otros explosivos, armas y municiones.
No olvidemos la cantidad de efectivos que han sido detenidos y procesados, no sabemos si condenados, capturados en momentos en que, pasando la frontera, le fuera detectado en su poder, armas, refracciones de armas y municiones con destino a las FARC, según la información de la prensa.
Responsables y explicaciones
Bastaría entonces con interrogar a los dos ministros que declararon en su momento la pérdida oficial de los explosivos en ese casi saqueo de los almacenes militares, para ponerse en los detalles del asunto, actualizar información y poder responder y brindar una “explicación responsable”.
Más aún, cada ministro, si cumplió con la ley, debería estar en capacidad para documentar los eventos en el antes, en el durante y en el después del robo o saqueo en las instalaciones militares bajo su responsabilidad, en el caso del ministro de la defensa; y de las medidas, diligencias, investigaciones y resultados una vez conocido los hechos, en el caso del ministro de Interior y Justicia. Eso necesariamente tiene que estar documentado y en los archivos de uno y otro ministerio.
A partir de allí, documentos y evidencias en mano, interrogar uno a uno cada ministro de la Defensa y cada ministro del Interior y Justicia que han pasado luego por esos despachos oficiales, y de ellos obtener las detalladas resultas del proceso de investigación subsiguiente, búsqueda y recuperación de esa enorme cantidad de explosivos, más de 80 toneladas que están en la calle.
Si uno y otro ministro no están capacidad de responder al detalle las preguntas, ni está documentado el asunto, estaremos entonces en presencia de una de dos situaciones. Una más grave que la otra:
a) En presencia de ministros titulares en uno y otro cargo, incompetentes y/o negligentes en el cumplimiento de sus deberes y atribuciones.
b) No existieron tales robos, saqueos o extravíos de explosivos de los almacenes militares bajo custodia y responsabilidad del gobierno, existió y existen sólo entonces, y ante la irrefutable evidencia de esos AT4 venezolanos en manos del las FARC, los hechos materiales resultado de una expresa voluntad política de gobierno.
En uno u otro fuere el caso, la declaración formal de una u otra fuere la respuesta es y será para los interesados que demandan respuestas, Colombia y Suecia: Una “… explicación responsable…”.
Basta, comenzar por el principio.