Colección “Democracias des-Varias, 2009”
Los extravagantes modelos “democráticos” que hoy proliferan por toda la geografía planetaria no se limitan solo a las reliquias del ex Imperio soviético. Si hoy se acepta que países como China, Cuba y Arabia Saudita sean miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, es obvio que los siguientes modelos sean endosados como “democracias” en buena parte del mundo:
Moda Velorio: El Ayatolá Jameini lo decretó para enterrar el diseño de los reformistas iraníes, liderados por el ex presidente Mohamed Jatamí, quien buscaban un equilibrio de enmiendas democráticas adaptadas a la tradición musulmana. Entonces, en 2005, el Consejo de Guardianes de la Revolución Islámica inhabilitó a los candidatos presidenciales, y así, se impuso en segunda vuelta y con gran abstención, un tejedor de confrontaciones y falsas ilusiones llamado Mahmud Ahmadineyad, producto del diseño más recatado y añejo de la teocracia persa.
El modelo manipula elecciones e intenta encubrir el limitado poder que tiene el presidente y el parlamento, que dependen de las decisiones de los clérigos. Sin embargo, la intolerancia, demagogia y juegos con materiales radioactivos del estridente presidente iraní, hace que muchos gobiernos, incluyendo los de las vecinas dictaduras y tiranías de su vecindad, se opongan a sus designios.
Moda “Africasuya”: Estilo sin precedentes y sin presidentes que no sean los que imponen su propia reelección contra toda lógica numérica en el continente africano. Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe desde 1980 es quien mejor lo representa.
Así como recientemente se cuestiona la participación de modelos anoréxicas en pasarelas del mundo, el caso de Zimbabwe, con la el índice de más alto de inflación en el mundo, está causando que la gran mayoría de su población padezca de desnutrición, en este caso, producida por un modelo económico que acabo con la producción de la otrora rica nación, amen de la mayor inflación del mundo. Este modelo tiene también representantes en el norte árabe de África, como el de Abdelaziz Bouteflika en Argelia, entre otros, quienes reforman constituciones ajustadas a su medida para reeligirse indefinidamente.
Moda Castrense: En Cuba este añejo modelo está cambiando, gradualmente desde que su diseñador cayó enfermo y su hermano Raúl, parece estar deshilvanándolo lentamente.
En Venezuela el modelo teje elementos pasados de moda con otros posmodernistas en una sincrética mezcla de rojo leninista con verde militar y su la particular transparencia narcisista de su autócrata, creando un negro futuro. A punta de abusos de poder y una guardia pretoriana cubana con armas de FARCbicación rusa, su mandamás ansía perpetuarse en el poder y seguir gozando de la legitimidad que otrora recibió del “Centro Cartier” y hasta hoy, de una insulsa asociación aduladores del “imperio bolivariano” que este de-sastre quiere crear en Latinoamérica.
Lo común en está temporada 2009 es la falta de modelos transparentes y la proliferación de diseñadores que sólo se preocupan por su propio acabado y no por el acabose de sus pueblos.
