China (I)

No es suficiente leer y entender lo que está pasando en China para no asombrarse al palpar la grandeza histórica del pasado y el futuro impactante que están construyendo. China es en una gran potencia económica, por ello será un polo político decisivo en el mundo y jugara cada vez más un rol protagónico. Sus tendencias futuras como ávido consumidor de materias primas y de energía moldearan sus percepciones de política internacional en este mundo cambiante y de permanente conflictividad. Supero al Reino Unido y se convirtió en la cuarta economía mundial. Irónicamente fue Inglaterra quien supero en el siglo 19 a China como una de las dos economías más grandes del mundo para aquel entonces. La integración de China a la economía global se inicio con su política de puertas abiertas al final de los años 70 y principio de los 80 bajo el régimen de Deng Xiaoping. Desde entonces, paso a paso ha consolidado una economía de “mercado socialista”. Concepto no necesariamente contradictorio. Uno se refiere a las tendencias de la economía y el otro se refiere a la idea de hacia quien se focaliza el crecimiento. Sin duda tema interesante para el debate. El momento estelar de este proceso de transición e integración de China a la economía mundial lo alcanzo con su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en el año 2001.China tiene la mayor población del mundo y la economía más dinámica a escala mundial con un crecimiento estimado en 10.5% aproximadamente. China es un gigante económico y un importante socio comercial con una capacidad de penetración muy substancial. Su expansión es formidable aunque a un precio también preocupante.

Para el año 2016 se espera que China se convierta en la segunda economía del mundo y las mas grande para el año 2041.Esta nación ha logrado atraer más inversiones extranjeras que ningún otro país emergente y a su vez ha iniciado una política de inversiones hacia afuera. La dinámica de su economía obliga a este gigante buscar suplidores confiables de granos, materias primas y especialmente energía. China es un importante eslabón en la cadena de suministros a nivel regional y global, ampliando nuevos patrones de comercio e inversión Internacional. Todos los impactos económicos a nivel global pasan por China.

Atrajo aproximadamente 230 trillones de dólares entre el año 2002 y 2005. Es el primer receptor entre los países en desarrollo de IED y situándose como tercero a escala mundial, detrás de los Estados Unidos y el Reino Unido. Estos altos ingresos profundizan la integración de China en la economía mundial y fortalece su capacidad de penetración en los mercados mundiales. Se ha convertido en un gran centro manufacturero contribuyendo a su capacidad competitiva en comparación con otros productores, pero a su vez, generando resistencia por prácticas de “dumping “que perjudica a los productores de mercancías comparables en otras partes del mundo. En estos primeros años de China como miembro de la OMC ha sido demandado en una alta proporción por países que consideran que su producción causa perjuicio a ramas similares de la industria nacional de mucho de sus competidores. Las reservas de China están por el orden de los 769.000 millones de dólares, el 19% del saldo mundial en segundó lugar de Japón, país con el más alto índice de reservas internacionales. Según la OMC la acumulación de capital financiada por ahorros internos ha sido fundamental para el aumento del PIB así como en la productividad laboral.

Sin embargo, ante los extraordinarios éxitos igualmente encontramos grandes contradicciones aun por superar, especialmente la que se refiere a la desigual distribución de la riqueza. China ocupa, el puesto el puesto 128 en cuanto a renta per cápita según fuentes del propio Banco Mundial. Para algunos analistas el crecimiento acelerado de la economía en China debe obligar cautela en el momento de invertir en China. Su baja inflación es preocupante aunque las autoridades están tratando de enfriar la economía a través de una política monetaria restrictiva. El gobierno Chino ha implementado recientemente una serie de medidas entre las que se incluyen absorción de liquidez, regulaciones administrativas en el sector inmobiliario, rigidez y control en proyectos de inversión y flexibilizando controles en salida de capitales.

Si bien se puede destacar que China durante este periodo de reformas ha logrado la reducción de la proporción de pobreza y reduciendo 170 mill. de personas de los márgenes de 1 $ por día, , su crecimiento sostenido asume también un alto costo. La brecha entre el ingreso real ha aumentado entre las zonas costeñas y el interior del país, al igual que entre las zonas urbanas y el campo. El gobierno Chino ha anunciado que para reducir la brecha entre las diferentes regiones , promoverá el desarrollo armónico de las distintas provincias tal como se establece en plan quinquenal de desarrollo económico, especialmente en lo que se refiere al revitalización de la región nor-este y el programa dirigido al desarrollo de la región oeste del país. Se destaca también el impacto que su acelerado crecimiento tiene en el medio ambiente .China tiene 58.8% de de tierra arable y la misma se reduce a un ritmo de un millón de hectáreas al año y con la mayor emigración del campo a la ciudad que se conozca a nivel mundial. Se prevé que el equivalente a la población de los Estados Unidos y Brasil juntos, emigraran a las ciudades en los próximos 25 años, generando nuevos requisitos de infraestructura, vivienda y obras sanitarias de una gran envergadura.

Dentro de esta expansión China se ha convertido en el mayor consumidor de cobre, aluminio y cemento. Casi iguala a los Estados Unidos en el consumo energético por el orden de los 903.2 kg. de petróleo per cápita. El crecimiento acelerado en el consumo de automóviles demuestra además de las cuantiosas necesidades energéticas en su crecimiento sostenido, la pujante contaminación que impacta en su medio ambiente, especialmente en la calidad del agua, del aire y sus recursos marítimos .Se estima que un 77% de la población tiene acceso a agua potable.(2004). El Gobierno Chino ha indicado que aspira reducir el consumo energético en 20% por unidad de PIB para el año 2010 y la eliminación de los mayores contaminantes en 10% para el mismo año.