CH vs. Obama
Algo novedoso e interesante debe estar haciendo el gobierno de Barack Obama para ser tan descarnadamente criticado por la extrema izquierda y la extrema derecha de su país y del mundo.
¡Por supuesto!, eran grandes las expectativas sobre los cambios que podía generar Obama luego de las dos gestiones de George W. Bush, pero la realidad termina imponiéndose, y su gobierno heredó un país inmerso en una profunda crisis política, económica y también, de importantes cuestionamientos sobre cómo vincular los intereses de Estados Unidos con los valores que predica.
Con Al Qaeda atacando desde varios frentes en donde funcionan sus sucursales; con la reforma de salud que toca las fibras más íntimas de una sociedad acostumbrada a cambios graduales, no radicales; y con una realidad económica y geopolítica que no permite improvisar políticas suicidas, Obama está siendo acusado desde todos los frentes ideológicos. El ejemplo de Guantánamo es paradigmático: intentó cerrar la cárcel, puso un tiempo límites, pidió a países aliados recibir a varios de sus prisioneros, recibió aplausos de Europa pero no su ayuda, por lo que no cumplió con el plazo que se propuso, y ahora que dos ex prisioneros de esa prisión operan con Al Qaeda en Yemen, se hará más complicado logar este objetivo. ¡“El mundo lo cambia a uno” si no nos apuramos a cambiarlo nosotros!”, descubrió Mafalda hace mucho.
El siniestro ex presidente Dick Cheney acusa a Obama de “no entender al tipo de enemigo al que se enfrenta” (Al Qaeda), de conceder demasiados derechos a terroristas prisioneros, y de pretender que EEUU no está en guerra, mientras que el académico Noam Chomsky – admirador de tiranías genocidas como la de Pol Pot en Camboya y dictaduras como la de Cuba, pero crítico selectivo de su los Derechos Humanos cuando se trata de su país — afirma que Obama sigue la misma política exterior de Bush y que “es una criatura de los sectores financieros, energéticos y las empresas”.
Obama, ciertamente prometió un cambio profundo, pero no una revolución, y por eso lo han tildado de “comunista” y a la vez, de “títere del capitalismo” y de parecerse a dos personajes tan opuestos como Reagan y Carter. Algo bueno debe estar haciendo Obama para que Cheney, graduado en Ciencia Políticas y Literatura (¡aunque parezca mentira!), y Chomsky, no lo quieran. Quizá conviene que ambos sigan dedicándose a lo que mejor hacen: negocios turbios con petróleo, el primero, y dedicar su genialidad a la lingüística – el segundo -más que al capitalista negocio de escribir libros contra el capitalismo.