Canadá viaja al sur, pero a Venezuela no
Este joven país que había vivido a espaldas de nuestra región ha venido dando un cambio espectacular en su involucramiento con ella. Fue en los años noventa cuando se dio el “descubrimiento mutuo”. Entonces ingresa a la OEA (1990) y firma el TLC de Norte América junto a México y EE.UU.
En esa época el comercio con la región era pequeño, solo 3,4% de las compras canadienses y el 1,8% de las exportaciones. Dos décadas después el intercambio llegaba a CD$ 49 millardos, las compras al 9,5 % y las exportaciones al 3,1% . La inversión acumulada hasta 2010 en la región fue de US$ 150 millardos, es decir, el 24,4% de la Inversión Exterior Directa canadiense.
Esto es un acicate para emprender el periplo por México, Cuba, Venezuela, Perú, República Dominicana y Panamá ( Baird), así como por Nicaragua, Ecuador, Colombia y Chile (Ablonczy). Canadá ya ha firmado TLC con Chile, Colombia, Costa Rica, México, Honduras y Panamá, y está discutiendo con República Dominicana, el CARICOM y la CAN. Además esta el interés de incluirse en la Alianza del Pacífico.
Pero, ¿qué hizo incluir a Cuba y a Venezuela en la gira? En lo económico, Canadá es el 4º socio comercial, el 3er inversionista en Cuba y 1millon de canadienses viajan a la isla anualmente. Y a Venezuela llegó el 6% de lo que exportó Canadá a la región (2006-2010) siendo el tercer destino por encima de Cuba.
Pero fue el tema político que llevó al Canciller a incluir a estos dos países. Antes de salir Baird insistió que “Canadá está muy interesado en ver mayores progresos en materia de derechos humanos (DD.HH.), la gobernanza democrática y la liberalización económica”. Si algo hizo en ese sentido en Cuba, no se sabe por el hermetismo de la visita.
Por su parte, el régimen chavista, preocupado por la agenda abierta del Baird, que incluía reunirse con la oposición y los defensores de los DD.HH. prefirió cancelar la cita, en pleno viaje. La anunciada llegada de improviso de un Chávez que nadie ha visto desde el 10 de diciembre pasado, más allá de 4 o 5 personeros del régimen, seguramente se adujo como excusa. Pero si bien Baird no pudo evaluar la situación in situ, esto evitó que Canadá legitimara el régimen de facto con su presencia. Además, Caracas prefirió sacarle el cuerpo al tema de Irán.
Ya el Parlamento canadiense ha evaluado la situación de los DD.HH. en Venezuela y ahora se dispone a debatir la situación de “el secuestro” de la democracia venezolana. Los demócratas venezolanos esperamos que Canadá siga interesado en las luchas por los DD.HH. y la democracia en Venezuela.