Brasil, luz verde
O maior país do mundo y el mejor negocio del mundo, es el que esta haciendo Lula con Venezuela. Según la Federación de Cámaras de Comercio e Industria Brasil-Venezuela, en el período 2003-2008, el comercio bilateral tuvo un crecimiento del 543,97% al grado que en el 2008 por quinto año consecutivo el intercambio comercial aumentó 12,21% para alcanzar los 5.688 MM $. Venezuela pasó de la posición 29 a la 17 en la escala de socios comerciales de Brasil, ocupando el puesto séptimo en sus exportaciones
Lo significativo de estas cifras es que el balance es notoriamente desfavorable a Venezuela, puesto que mientras se importaron bienes por 5.150 MM $, el valor de las exportaciones criollas fueron apenas 538,5 MM $, lo cual dejó a Brasil con un superávit de 4.611 MM $.. Pero si las cifras anteriores llaman a la reflexión de este desangre; más grave aún es el peligro que corre la seguridad alimentaría, lo cual es un problema de soberanía. Las importaciones desde Brasil del sector agrícola el año pasado aumentaron un 141,85%, al situarse el mercado venezolano como noveno importador de sus productos. Con esto no queremos cuestionar el papel que juega el Sr Lula, puesto que el deber de todo presidente; es buscar siempre oportunidades para su país y para sus grandes empresas como PETROBRAS, Odebreth o Camargo Correa; y esta es la razón fundamental del “flirteo” del señor Lula con la revolución bonita.
En círculos diplomáticos es reconocido el profesionalismo de Itamarati; sin embargo, en nuestro caso, no creemos que sea así; si no más bien que sus logros se deben más a nuestras torpezas, que a la eficiencia de la cancillería brasilera. El empeño en debilitar a la Comunidad Andina, la denuncia del Acuerdo de Cartagena, para intentar sin éxito ingresar al MERCOSUR,un sistema de integración incompleto, así lo demuestran.
En términos de capacidades y fortalezas en política exterior, Venezuela en el pasado era poco lo que tenía que envidiarle a Brasil. El haberle dado «luz verde» al presidente Lula para que hable por nosotros con Obama, fue algo innecesario: primero, porque Lula hablara ante todo por el interés de Brasil y su liderazgo en la región, el problema del biodiesel, la seguridad hemisférica, la crisis económica, la próxima reunión del G20 y la Cumbre en de Trinidad Tobago; y segundo, Venezuela es tan soberana como Brasil; a pesar de las tensiones, no creemos que se necesite de mediadores para arreglar las relaciones con los EE.UU. Esto todavía es posible si se cumplen dos condiciones mínimas: un compromiso entre ambas partes para mantener un trato de igualdad y respeto; y se rescata lo poco que queda de nuestro servicio diplomático, tan profesional como cualquier otro. Para ello solo se requiere que se le de confianza y Luz Verde.