Análisis Internacional
La semana internacional venezolana estuvo signada por las dos visitas presidenciales del Presidente Nestor Kircshner y de Álvaro Uribe Velez.
Los dos se reunieron con el Presidente Hugo Chávez en búsqueda de fórmulas de cooperación que les permitan sacar beneficios para sus países de origen.
Nada más legítimo.
Ambos presidentes, el Argentino y el Colombiano han sido mandateados por sus electores para conseguir niveles de prosperidad para sus pueblos y nada tiene de raro que se presenten frente a la opulenta Venezuela petrolera con la mano bien extendida.
Es así como el Jefe del estado argentino regresó a su país con un morral cargado de buenas dádivas de parte de los venezolanos. Y digo dádivas porque Kirschner consiguió dinero para la compra de títulos de la deuda argentino, la promesa de venderle energía a mejores precios que los que compran otros clientes, la posibilidad de hacer inversiones en nuestro suelo en terrenos importantes para los sureños, la apertura de nuestro mercado para productos producidos en las tierras australes y muchas otras cosas mas, entre ellas la promesa quijotesca de construir un gasducto que atraviese todo el continente para llevarles el gas que aun no estamos produciendo .
A cambio, pareciera que lo que nosotros conseguimos fue el entusiasmo de Argentina para facilitarnos nuestra entrada a MERCOSUR. Allí de nuevo son solo los argentinos quienes salen gananciosos porque nosotros no fabricamos nada que podamos venderles mientras que ellos si pueden inundarnos con productos que competirán con las pocas producciones agroalimentarias que aun quedan en nuestra tierra.
Y en el caso de Colombia, de nuevo los gananciales son para el vecino país. Colombia tiene una producción de gas excedentaria en la Guajira y le viene de perillas que la Revolución le construya un poliducto de un costo de 300 millones de dólares que daría salida a su producto para vendérselo a los venezolanos. Para que lo entiendan bien, Venezuela, que tiene el reservorio de gas más grande del mundo, terminará por esta vía comprándole gas a los vecinos…
Pero así las cosas, todos estos compromisos que nuestro presidente sigue haciendo en nuestro nombre están muy bien pensados. Lo que estos generosos acuerdos llevan como propósito es consolidar su liderazgo político en el caso de la Argentina. Y en el caso de Colombia, hacerlos cada vez más dependientes como economía de las compras venezolanas. Como les parece que este año los colombianos consiguieron colocar productos en Venezuela por 2.200 millones de dólares?
En síntesis, pura política en nuestras relaciones externas y al costo que sea mientras el petróleo sea el rey!