Algunos puntos sobre los síes
Sí. George Bush y sus halcones de Washington han complicado y tergiversado con su agenda política y económica lo que debería ser una lucha concertada con la mayoría de los países del mundo, incluyendo árabes y musulmanes, contra el terrorismo islamista que no distingue entre oriente ni occidente, entre norte y sur, ni entre los practicantes del Islam y de otras religiones.
Sí. La mayoría de Europa ha dormido la siesta dejando el trabajo sucio de la guerra contra el terrorismo al actual gobierno soberbio y obtuso de los Estados Unidos. Y sí, quienes tenemos la fortuna de vivir en democracia debemos criticar severamente los errores, omisiones, excesos y crimines que se hacen en nombre de la lucha contra el terrorismo.
Definitivamente sí, debemos comprender que aunque no existiera Bush y sin guerra en Irak o Afganistán, los “guerreros santos” islamistas no detendrán sus atentados y guerras hasta reestablecer un imperio y hasta no acabar con lo que ellos consideran una herejía de una humanidad que todavía no acepta su versión del Islam como la única verdad.
Y sí, los errores de los gobiernos occidentales y sus tropas en Afganistán han causado que los Talibanes recobren fuerza en ese país y en Pakistán, pero el factor más determinante para esta amenaza ocurre porque el gobierno paquistaní no se ha atrevido a confrontar a los líderes de más de 5 mil escuelas coránicas (madrazas) en la frontera entre ambos países, en donde se enseña que el martirio y la violencia en nombre del Islam es una virtud, entrenándolos para guerras santas. Ahora Al Qaeda también arremete contra el gobierno de El Líbano.
Sí, sin dudas, son muchas las injusticias y los fracasos de los gobiernos de occidente en la lucha contra el islamismo radical, pero no nos equivoquemos nosotros por sus equivocaciones: la ideología totalitaria islamista en su expresión de Yihad o “guerra santa”, es una amenaza tanto para el Islam como religión como para todos quienes desean coexistir con tolerancia.