ALBAsurero
La farsa montada en Mar del Plata, por Castro y Chávez, en contra del ALCA y del presidente Bush terminó como tenía que terminar, con actos vandálicos y fechorías cometidos por los piqueteros, un conocido grupo de lumpen argentinos.
La manifestación de diez mil personas según los bomberos y la concentración con consignas y discursos cargados de odio y de mentiras, fue el preámbulo para que los violentos izquierdosos hicieran de las suyas pocas horas después.
Pero debe destacarse que constituyó una gran hipocresía de Chávez participar con chalecos antibalas, rodeado de docenas de guardaespaldas con un mar de banderas cubanas de fondo en la denominada anti cumbre, para después, colocarse unos de esos trajes de fina gabardina inglesa con corbata de seda italiana, para asistir, con cara de yonofui a la Cumbre de los mandatarios de las Américas.
Su discurso demagógico y charlatán, ofreciendo diez mil millones de dólares, para combatir la pobreza en América Latina, mientras que en el país, la pobreza y la informalidad se han incrementado bajo su mandato, muestra un caradurismo sólo comparable al de los castristas gritando consignas a favor de la libertad de expresión y de manifestación como si la Cuba, de ellos, fuera modelo de democracia y de tolerancia.
Los discursos de los presidentes de México y El Salvador no pudieron ser más elocuentes a favor del ALCA. Chile, República Dominicana, los países centroamericanos, algunos andinos y hasta Brasil, están o negocian su entrada, en el acuerdo comercial, que abarcaría a tres cuartas partes de la población del continente, De sus beneficios se hacen eco los anaqueles de los supermercados americanos ofreciendo frutas, pescado y vinos chilenos así como otros establecimientos con alimentos, textiles y repuestos mexicanos. No habrá sorpresas cuando veamos jugos de naranja y otros productos brasileños.
También hay que recordar que Castro desde hace cinco años comercia con EEUU, habiendo alcanzado el suministro de alimentos y ganado desde el norte a cerca de mil quinientos millones de dólares y que petróleo venezolano, enviado por Chávez, abastece las gasolineras donde millones de norteamericanos llenan sus tanques para ir a pasear y gastar en esa formidable sociedad de consumo. Mientras, el ALBA de VeneCuba, esa caricatura de alianza, tiene como destino el basurero de la historia.