Nota para el vicepresiyerno
Dijo usted hace unas horas que “las bases de misiones socialistas eran herramientas fundamentales para terminar de erradicar la pobreza en Venezuela”. Tuvo usted la osadía de decir que hablaba desde una de las “pocas comunidades de Venezuela que aún quedan en pobreza extrema”.
Esta es una mentira irresponsable. Debería usted saber que la pobreza no se erradica mediante la repartición de limosnas, de comida (bastante de ella semi-podrida) o de medicinas (bastante de ellas vencidas). Al contrario esta repartición de limosnas acentúa la pobreza, convirtiendo a los “beneficiarios” en seres totalmente dependientes del estado para sobrevivir. Por ello decía el monje Giordani que los pobres son esenciales para la revolución y argumentaba un ministro, de los muchos que han desfilado a diario por la burocracia chavista, que “si dejan de ser pobres se convierten en escuálidos (opositores)”.
En 16 años de barbarie y corrupción la pandilla de la cual usted forma parte ha consolidado la pobreza en Venezuela, al convertir a quienes solo eran pobres en lo material en pobres espirituales, en lugar de empoderarlos para salir del yugo de la pobreza mediante la educación, el trabajo y la voluntad de progresar.
El peor crimen que la pandilla de Chávez y Maduro ha cometido es ese de convertir a los pobres en limosneros, cerrándoles las puertas a su liberación real, al llenarlos de donaciones, subsidios, promesas de casas, bonos, comida y medicinas, obligándolos a hacer largas colas para recibir la dádiva y pidiéndoles a cambio lealtad política. El régimen ha pervertido a millones de venezolanos pobres, al obligarlos a vender sus lealtades por una limosna. Ello revela su bajísimo nivel moral.
Venezuela entera está hoy empobrecida material y espiritualmente debido a la presencia de la pandilla entreguista de soberanía y dignidad a la cual usted pertenece. Su ficción de gobierno ya no puede mantenerse por mucho más tiempo. Ustedes están caídos y tendrán que pagar por sus desafueros. En la primera línea de los acusadores del régimen estarán muchos de los pobres a quienes ustedes obligaron a vender sus conciencias por un pollo. Para apreciar la miseria de nuestra gente, vea este video de una cola en el mercado bicentenario de Plaza Venezuela: http://youtu.be/SEsmRIWXcTg
Lo que ustedes llamaron una “revolución” no pasó de ser una tragicomedia desempeñada por una comparsa de paracaidistas, reposeros, narco-generales, boliburgueses y bolichicos. Ya hace tiempo que se quitaron la careta y ahora, plenamente identificados, tratarán de hacer cualquier cosa para aferrarse al poder. Pero, ya es tarde. ¡Las colas de mañana se harán para cachetearlos!