No hay cultura sin cultura musical
Esta frase fue el lema de vida del profesor Emil Friedman Kossuth, músico, profesor y fundador del Colegio que lleva su nombre en Caracas. Nacido en Praga, República Checa, el 24 de mayo de 1908, desde muy temprana edad mostró un gran interés por la música. A los 17 años obtuvo el título de Profesor Ejecutante de Violín en el Conservatorio de Música de Praga. Una vez graduado de violinista realizó giras por Europa, Australia, Hong Kong, Turquía, Israel y Egipto, donde recibió elogios como eximio concertista. Regresó a Praga a seguir estudiando, y en 1933 obtuvo el título de Doctor en Leyes Públicas en la Universidad Carolina. Dos años después, completó su doctorado en Filología Clásica, Latín y Griego en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. En 1936, recibió el Doctorado Iuris (Doctor en Ambos Derechos) de la Universidad Carolina de Praga. Emil Friedman fue un multi laureado que supo ejercer sus carreras con pasión y dejar un legado perdurable.
Pero ya en aquel momento de su graduación del doctorado, las leyes antisemitas de Hitler empezaban a cobrar víctimas y Friedman huyó de su país. Recorrió varios países, incluyendo Polonia, hasta asentarse en Londres donde permaneció hasta el fin de la guerra. En 1945, con una orquesta de 40 músicos, inició una gira por América Latina y en 1948 decidió quedarse en Venezuela, para fortuna de todos los venezolanos. Primero en Maracaibo, donde dirigió la Academia de Música del Estado Zulia y fundó la Sociedad Zuliana de Conciertos. Ya para aquel momento el profesor Friedman estaba convencido de la necesidad de formar pedagogos musicales y aprovechar el talento de los jóvenes y niños y fundó, en 1949, el Kindergarten Musical Emil Friedman. En 1953 contrajo matrimonio con la profesora Elvia Elisa Argúello Landaeta, maestra y pianista zuliana. Fue con ella con quien emprendió su magnífica labor educativa, con la fundación del Colegio Emil Friedman en Caracas, que este año celebra con inmenso orgullo y alegría sus primeros 75 años. Los estudiantes reciben una educación integral en el colegio, donde aprenden no sólo las materias del currículo oficial sino también la música, las artes plásticas, la informática y el deporte.
El profesor Emil Friedman, en un acto de absoluto desprendimiento, dejó de lado su brillante carrera como intérprete para dedicarse por completo a su labor como docente y formador de talento musical. Durante más de 40 años impartió clases en diversas instituciones educativas de Venezuela, incluyendo el Conservatorio de Música Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela. Su compromiso con la excelencia académica y su pasión por la música fueron pilares fundamentales en la formación de numerosos músicos y directores de orquesta en el país. Además de su labor como docente, Friedman desempeñó también un papel clave en la difusión de la música venezolana a nivel nacional e internacional. Participó en numerosos conciertos y festivales de música, tanto como intérprete como director, llevando la riqueza y diversidad del repertorio venezolano a distintos escenarios alrededor del mundo. El profesor Emil Friedman es una figura imprescindible en el panorama musical venezolano, cuyo legado como educador y promotor de la música perdurará por generaciones. Su pasión, dedicación y compromiso con la formación de nuevos talentos son un ejemplo a seguir para las futuras generaciones de músicos en el país.
Nuestro exitosísimo Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela también fue influenciado por las experiencias que en el campo de la formación musical de niños y jóvenes había tenido el Profesor Friedman, a quien el Maestro José Antonio Abreu admiró y respetó siempre.
Emil Friedman dejó una huella significativa en la educación y la cultura venezolana, y su legado seguirá vivo a través de las generaciones de estudiantes que han pasado y seguirán pasando por su colegio. Y es que, en efecto, no hay cultura sin cultura musical.