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No al totalitarismo

La tendencia totalitaria del gobierno de Nicolás Maduro con la aprobación de un régimen de excepción y de emergencia económica,  tendrá que enfrentar a más del 80% de los venezolanos que han manifestado en diferentes encuestas, que prefiere el sistema democrático, lo cual no les hará fácil, a los que aspiran perpetuarse en el poder, la tarea de imponer  de una dictadura aún con fachada legal.

Gran parte de ese 80%  de venezolanos se formó en el período democrático denominado la IV República, después de derrotar la dictadura del General Pérez Jiménez, quien gobernaba a nombre de las Fuerzas Armadas. Ese mismo 80% también incluye un buen porcentaje de chavistas que votaron el 6 de diciembre contra el  actual Presidente, decepcionados de sus políticas económicas y sociales, que cada día desmejoran la situación personal de todos los venezolanos, que aspiran alcanzar el bienestar social y económico, preservando las libertades públicas. De allí su respuesta a los encuestadores cada vez que los interrogan en los sondeos de opinión que hacen especialistas en la materia.

La tendencia totalitaria es ya un peligro real, porque el Presidente ha concentrado en sus manos y en su voluntad todos los poderes públicos, excepto la Asamblea Nacional a la que trata de torpedear, que en una democracia funcionan con independencia sin dejar de cooperar en la realización o materialización de cada uno. Los pasos que han dado algunos ministerios orientados a la imposición de un pensamiento único, han puesto sobre aviso a importantes sectores de la sociedad. Varios analistas y actores políticos partidarios del sistema democrático- han denunciado la intervención directa del Estado en el control de actividades como el deporte, la cultura, la educación con especial referencia a la disposición  a liquidar la autonomía universitaria, y la función institucional de la Fuerza Armada para convertirla en el aparato militar del Partido del Presidente de la República.

Y aunque lo más evidente es el militarismo, contraría incluso el pensamiento de Bolívar a cuyo nombre dice gobernar el actual el Jefe del Estado, porque el Bolívar  civilista sostenía y lo escribió para la posteridad que: ¨El sistema militar es el de la fuerza y la fuerza no es gobierno¨. Afortunadamente la lucha para impedir  el control total de la sociedad  comienza a unir a la izquierda y a la derecha democrática, para ponerle un valladar cívico a la hegemonía personalista y a la llamada dictadura perfecta, por su apariencia legal.

La movilización militar y de la milicia bolivariana tratando de justificarla por una posible invasión extranjera, que sólo existe en la mente de algunos dogmáticos del fidelismo, tiene como verdadero objetivo la ocupación militar del territorio nacional, para impedir la protesta cívica por la realización del Referendo Revocatorio, para lo cual Simón Bolívar expresó también una rotunda e histórica respuesta: ¨Es insoportable el espíritu militar  en el mando civil¨.

Del pensamiento bolivariano se desprende que la intervención militar en la política, sólo es justificable de una manera transitoria, como sucedió el 23 de Enero de 1958 en Venezuela, para llamar luego a la sociedad civil a que decida en elecciones su destino como nación.

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