Niño Dios, por Venezuela te pido
El jefe del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro, desde la derrota sufrida el pasado 6 de diciembre, cuando los votantes sufragaron mayoritariamente por la oposición venezolana, ha entrado en serias y mortificantes cavilaciones sobre el futuro incierto de su gobierno como el paradero final de su persona.
Es costumbre pedir a la criatura que ha de nacer este 25 de diciembre por nuestros anhelos, necesidades y dar gracias. Ante la crisis de gobernabilidad en el país venezolano consulté a 10 dirigentes comunitarios en la Florida sobre tópicos a serle solicitado al nacido en Judea. Estos expresaron nobles sentimientos devotos y he aquí lo que una carta por Venezuela contiene.
La paz de Venezuela es la principal motivación que ruegan alcanzar.
Sin duda alguna el tema de la reconciliación nacional; retomar la hermandad existente en el pasado antes que los comunistas llegaran democráticamente al país por vía electoral, enaltecen los encuestados.
La salida inmediata de las huestes cubanas en la policía secreta o Sebin del gobierno en general y la paralización del cable submarino con la isla de Cuba, además de cualquier convenio existente. Con el requerimiento a continuación aspiran se suspenda la capacitación para médicos integrales con personal y recursos provenientes del Caribe comunista.
Cese de la violencia en el terruño implantada por el hampa común que este año pasa a romper su propio récord con cerca de 25 mil víctimas.
La libertad de los presos políticos y el retorno de la diáspora de quienes añoran volver a la patria es un punto predominante. Muchos que se han visto forzados a salir dejando atrás todo. Ellos escogieron los Estados Unidos de América por ser una tierra de libertad. Con todo el agradecimiento por la acogida brindada, el retorno a Venezuela es una razón de vida.
Rescatar la administración de justicia por jueces naturales no alineados políticamente y evitar la impunidad. Una nación que no puede confiar en sus corregidores, pierde la esencia de la nacionalidad convirtiéndose en grupos sociales errantes sin sentido de pertenencia alguna.
Abastecer los centros de distribución de alimentos y medicinas. Para lograr esto se requiere la necesaria colaboración del sector privado de la economía; ello se ha convertido en una imperiosa necesidad. El otrora territorio que superó todos los males que diezmaron a la población, hoy los ven reaparecer por ausencia de una política en salud pública. La vital profilaxis y el control de transmisores son iniciativas olvidadas.
El regente Maduro de ninguna de estas obligaciones se ocupa. El legal pero ilegítimo mandador en escasas 24 horas recibió la noticia de su fracaso por rechazo de la base, hecho gravísimo para un mandatario quien se dice demócrata. Si en Venezuela la carta fundamental rezara una administración legislativa, podríamos afirmar que el gobierno está caído.
Sin embargo, aun cuando tiene un sustento judicial, no hay duda que ha perdido legitimidad. Un estadista renunciaría para luego realizar un profundo análisis de las causales que llevaron a los parroquianos a votar contra Nicolás Maduro Moros, Diosdado Cabello, Cilia Flores, los diputados comunistas, autoridades regionales, legisladores locales, el PSUV y el mismísimo Chávez.
Los vecindarios piden a gritos en avenidas y plazas del estado la partida de Maduro Moros. Ante el clamor el señalado radicaliza el ejercicio del poder y toma decisiones que presagian el establecimiento de una dictadura declarada, abierta, al estilo sanguinario de Fidel Castro, Augusto Pinochet, Alfredo Stroessner, Papá Doc.
A pesar de las intimidaciones formuladas, los miembros de la Unidad Democrática descartan la violencia como respuesta a la confrontación planteada por la izquierda revolucionaria. No hacer caso a tales provocaciones es actuar como el soberano espera; ellos están de salida.
Mientras Maduro vocifera, toma las instalaciones legislativas, crea entelequias de parlamentos y elucubra sobre el apoyo del pueblo a su gestión, Diosdado Cabello da un golpe judicial con la designación de recientes magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia violentando las normas para la escogencia de los mismos. Para la oposición estos recientes nombramientos están “moribundos” como la actual directiva de la institución legislativa.
Los acreditados legisladores trabajan en 16 anteproyectos de ley para solventar los graves problemas por los cuales atraviesa el país, tales como libertad para los presos políticos, el regreso de los perseguidos, desabastecimiento alimentario, inseguridad personal, fuentes permanentes de trabajos, entre otros. También formulan interpelar luego del 5 enero, fecha en que se instala la acontecida Asamblea Nacional, diez miembros del gabinete donde destacan las carteras de economía y finanzas.
Cuando estén entre familiares y allegados en Nochebuena y Navidad, en sus oraciones no olviden pedir por su patria y nuestra querida Venezuela que sufre y padece.
