Nicolás: Lo que se cocina no es un guiso
Nicolás recibió del finado una montaña de malas decisiones cuyas consecuencias están a la vista. Pero Nicolás no ha hecho otra cosa que enturbiar el panorama con peores decisiones de las que ya eran malas.
Los estantes están vacios, pero estarán más vacios pues los diagnósticos de problemas que hace Nicolás son de pésima calidad, así como las soluciones que aplica. Espere un país que sigue empeorando en lugar uno que se dirige a una mejor posición. El día que Nicolás afirmó que se ocuparía personalmente de la economía, debimos haberle exigido que primero asistiera a la Universidad, pero no lo hicimos.
Hay una montaña de votos de protesta cocinándose en todos los rincones del país. Desde el taxista hasta el empleado público que obligaron a firmar, ya reconocen el error que supuso haber elegido a Nicolás como presidente. Un país con más muertos que comida, con record de inflación, sin caja pero con corrupción, que nos cuenta cuentos de un futuro que no llega nunca.
Los votos a la Asamblea se cuecen al calor del sol en las colas para la comida.
@pereiralibre