Narraciones históricas contemporáneas: Algunas heroínas venezolanas en la independencia
Luisa Cáceres de Arismendi
Se puede afirmar que la heroína Luisa Cáceres de Arismendi, fue una de los más emblemáticos personajes femeninos de la gesta emancipadora venezolana, nacida en Caracas el 25 de septiembre de 1799, su nombre de soltera era en realidad María Luisa Cáceres Díaz, así mismo sus padres fueron: José Domingo Cáceres y Carmen Díaz, siendo su padre un renombrado y de gran prestigio profesor, latinista, gramático, historiador y pedagogo, el padre de Luisa Cáceres fue vilmente fusilado por el realista Rosete en el año 1814 en Ocumare, nuestra heroína era una mujer de una gran belleza y poseedora de una gran cultura debido a las enseñanzas inculcadas por su padre, en el año 1813 conoce a quien ha de ser su esposo el ya General Juan Bautista Arismendi, uno de esa pléyade de margariteños héroes de nuestra gesta emancipadora, en el año 1814 también es asesinado por los españoles el hermano mayor Félix Cáceres y posteriormente son ejecutadas por las hordas de Boves sus tres tías quedándole solamente un hermano menor. Luisa Cáceres forma parte de los emigrados que abandonan Caracas ante el avance de las huestes de Boves y luego que llega a Barcelona se embarca para Margarita donde es recibida por el General Juan Bautista Arismendi quien era el gobernador de la Isla, y ese mismo año el 14 de diciembre contraen matrimonio.
Cuando Pablo Morillo arriba a Margarita con el propósito de someterla para hacerla base de operaciones de su flota, se encuentra con la tenaz resistencia del General Arismendi quien al frente de su tropa no le da descanso, pero ante el apabullante número de tropas españolas deciden escapar hacia las montañas reuniéndose en el monte Copey. En venganza los españoles hacen prisionera a Luisa Cáceres de Arismendi, recluyéndola en un calabozo en el Castillo de Santa Rosa de la Asunción sin respetar la condición de estar embarazada. Al incrementarse los ataques de los patriotas contra los invasores españoles logran hacer prisioneros a varios jefes entre ellos al comandante del castillo de Santa Rosa, razón por la cual el comandante de las fuerzas realistas Joaquín Urreitietta le propone a Arismendi el canje de su esposa por los oficiales españoles cautivos a lo que Arismendi con arrogancia le contesta “Que sin patria, no quería esposa”, en represalia los españoles fusilaron a los margariteños que estaban presos en el castillo obligando a Luisa Cáceres de Arismendi que presenciara el ajusticiamiento a fin de doblegarla por miedo, cosa que no lograron, el 26 de enero de 1816 dio a luz una niña que dado el estado de insalubridad en que se encontraba el calabozo murió al nacer.
Luisa Cáceres fue trasladada a las prisiones (Bóvedas) de La Guaira y posteriormente a Caracas, pero ante los triunfos de Arismendi en Margarita y en el oriente. y los de Páez en los llanos, de nuevo fue trasladada a La Guaira y de allí embarcada hacia España, en el trayecto la nave que la llevaba junto a otro grupo de prisioneros fue atacada por un buque corsario americano, quienes se apoderaron de la carga y desembarcaron a los prisioneros en Los Azores, de allí fue trasladada a Cádiz y después a Andalucía donde se le dio confinamiento, estando en ese confinamiento se trato de obligarla a que firmara un documento donde declaraba su total fidelidad al Rey e instara a su marido a renegar de su filiación patriota, a lo que con dignidad y altivez respondió: “Yo soy incapaz de deshonrar a mi marido con la firma de ese documento, el deber de mi esposo es servir a la patria y liberarla, y yo no puedo aconsejarlo en contrario, soy su esposa y conozco mis deberes”. Con la ayuda de un teniente español llamado Francisco Carabaño y un señor ingles de apellido Tótem logra escapar y partir en un buque hacia los Estados Unidos donde arriba el 3 de mayo de 1818 siendo acogida por los familiares del prócer Lino de Clemente y con el Coronel Luis Riguy parte para la Isla de Margarita donde arriba el 26 de julio de 1927 donde al fin va a reunirse con su esposo, el General Juan Bautista Arismendi, (de esa unión nacieron diez hijos).
En el año 1835 al ser nombrado el General Arismendi Gobernador de Caracas se trasladan a esta ciudad donde fallece en el año 1842. Luisa Cáceres de Arismendi sobrevive a su esposo falleciendo en junio de 1866, posteriormente sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional el 24 de agosto de 1874, convirtiéndose así en la primera mujer cuyos restos reposan en el más alto Altar de la Patria.
Ana Maria Campos
Ana María de Campos y Cubilan, nació en la Villa de Los Puertos de Altagracia de la Provincia de Maracaibo, el 2 de marzo de 1796, siendo sus padres Domingo José del Campo y Perozo y Doña María Ana Cubilan de Fuentes familia de abolengo y muy buena posición económica, como era la costumbre de la época recibió una enseñanza muy básica, pero por su genio se creó una cultura auto-didáctica, empapándose de lecturas de los clásicos liberales europeos con acendrado conocimiento de los derechos humanos fundamentales sobre la doctrina de la lealtad, la fraternidad y la libertad, esto la lleva desde temprana edad a concurrir a reuniones clandestinas conspirativas y otras veces a organizarlas en su casa siempre en la búsqueda de salir del régimen oprobioso español sobre Venezuela.
Tenía Ana María la edad de 27 años cuando llega a la provincia de Maracaibo El Mariscal de Campo de los ejércitos españoles en Venezuela Francisco Tomás Morales, quien ha de ser el último Capitán General de España en Venezuela y de inmediato se dio sin descanso en sus afanes conspirativos y es en una de las reuniones efectuada, cuando lanzo la palabra que se convertiría en un estribillo popular, “Si Morales no capitula, monda”, (Si Morales, no se rinde, muere), fue tanto el auge que esto que no tardó en ser conocido entre las tropas españolas, por lo que el General Morales ordeno que hicieran prisionera a Ana María Campos, y llevada a la presencia del Capitán General y ante el requerimiento de que si era la autora de esa frase y de ser cierto se desmintiera de la misma, con altivez y gallardía le respondió, que en realidad si era ella la autora de esas palabras y no pensaba desmentirla, así le costara la vida, que tuviera en cuenta que sus días como Capitán General estaban contados y que era mejor que capitulara antes de la deshonrosa derrota que se le avecinaba, la respuesta de Morales no se hizo esperar, ordenando que fuera azotada públicamente y a la vez paseada por las calles de Maracaibo montada en un burro semi desnuda.
Ana María Campos, semi desnuda fue montada en un burro y paseada por diferentes calles de Maracaibo y a la vez azotada bárbaramente por el verdugo de nombre Valentín Aguirre, pero en su entereza a cada azote recibido, contestaba con el “ si Morales no capitula, monda”, cumplido la cantidad de azotes cayó al suelo desmayada donde fue auxiliada por un grupo de personas entre ellas un médico, el castigo infligido era doble, por un lado lo bárbaro de los azotes y por otro el hecho de pasearla semi- desnuda tomando en cuenta el tiempo y lo que ello significaba en el pudor de una mujer. Efectuada la gran batalla del Lago de Maracaibo donde el Almirante José Prudencio Padilla derrotó a las fuerzas navales españolas comandadas por el Capitán de navío Ángel Laborde el 24 de julio de 1823 convirtió a la heroína Ana María Campos en testigo presencial del gran triunfo de las armas patriotas contra las fuerzas del invasor, de igual manera fue testigo de excepción el 3 de agosto del mismo año, cuando el último Capitán General de España en Venezuela firmó La Capitulación, mediante la cual se sellaba definitivamente la independencia de Venezuela, capitulación por la cual tanto clamo esta valiente y abnegada mujer, Ana maría Campos muere en la ciudad de Maracaibo en el 1828 a consecuencia de los brutales azotes recibidos, pero donde demostró todo su temple al no ceder ante las pretensiones de Morales para que rectificara su conducta y soportar el martirio sin quejarse.
Josefa Camejo
Josefa Venancia de la Concepción Camejo Talavera y Garcés, nace en la Provincia de Coro en el pueblo de Curairebo, el 18 de mayo de 1791, lamentablemente se desconoce su fecha de defunción, hija de Miguel Camejo y de Doña Sebastiana Talavera y Garcés, a Josefa Camejo también se le conocía como doña Ignacia, de familia de abolengo de grandes medios de fortuna, comienza su educación en el colegio de los hermanos Salcedo en Coro y luego es enviada a Caracas a terminar su educación en un convento, estando en Caracas va vivir los acontecimientos del año 1810 y dado su espíritu de demostrado anti- realismo se interesa vivamente por estos aconteceres, para el año 1811 marcha a la ciudad de Mérida donde conoce al Coronel Juan Nepomuceno Briceño, con quien habrá de contraer matrimonio y de cuya unión tendrán dos hijos. Estando en Barinas firma un documento titulado: “Representación que hace el bello sexo al Gobernador de Barinas Manuel Antonio Pulido” donde se comprometen a luchar por la provincia de Barinas, ella le dice personalmente al gobernador: Señor por ser del sexo femenino no tememos al horror de la guerra y el rugir del cañón nos da más fuerza para la lucha.
En el año 1813 al ser asediada Barinas por numerosas fuerzas realistas comandadas por el canario sanguinario José Antonio Puy, y ante lo crítico de la situación el gobernador decide trasladar la población hacia San Carlos, a este éxodo se suma Josefa Camejo que se convierte en la organizadora de la población en marcha, lamentablemente al pasar el río Santo Domingo muere su mamá ahogada, ella vestida de hombre junto a una amiga se mezclan entre los soldados patriotas para así pasar desapercibida como mujeres, al llegar a San Carlos se une a las fuerzas del General Rafael Urdaneta y marchan hacia la Nueva Granada haciendo toda la travesía como un soldado mas de infantería, aun cuando durante todo el viaje se dedica a curar los heridos. Permanece en Nueva Granada durante cuatro años y después del triunfo de Bolívar en la batalla de Boyacá regresa a Coro en el año 1818, continuando sin descanso con sus planes conspirativos y haciendo acopio de armas y municiones, en el año 1821 con un contingente de 300 peones de su hacienda de Paraguaná inicia una rebelión contra las fuerzas realistas pero son derrotadas, sin embargo sobre la marcha con un grupo de seguidores ataca en Baraived al jefe realista Chepito González y lo derrota, luego derrota a los españoles en Pueblo Nuevo, ocupándolo haciendo prisionero al gobernador de la Provincia que se encontraba allí, nombrando de inmediato al patriota Mariano Arcaya, Gobernador.
De inmediato lanza un manifiesto mediante el cual promete fidelidad al gobierno republicano y declara La Provincia de Coro libre del yugo español, tomando la ciudad de Coro que era la capital provincial, despejando así el camino para la entrada del General Rafael Urdaneta, rechazando el grado militar que se le ofrece, después de toda esta accidentada vida y los hechos bélicos decide quedarse en Coro hasta la consolidación de la independencia y tras el brillante triunfo de las armas republicanas en la batalla del Lago de Maracaibo, con la capitulación del último Capitán General de España en Venezuela, ella se retira a su hacienda, finalizando posteriormente sus últimos días de existencia en Maracaibo. Josefa Camejo fue sobrina de otro prócer de la lucha independentista Monseñor Mariano Talavera y Garcés
Entre los reconocimientos que se le han hecho destacan:
Sus restos reposan simbólicamente en el Panteón Nacional.
El Aeropuerto Internacional de Punto Fijo lleva su nombre.
En la ciudad de Coro existe una plaza que lleva su nombre y otra en Pueblo Nuevo.
En Coro en el Monumento a la Federación en la parte central destaca una escultura de la heroína falconiana.
Juana La Avanzadora
Juana Ramírez, llamada La Avanzadora, nació en Charaguamal, (Maturín), Juana era hija de esclavos, pero ella era una esclava liberta, desde joven demostró una total tendencia hacia la libertad y la igualdad de los seres humanos, por sus decisiones y valentía siempre demostrada va a jugar un muy importante papel en la lucha independentista librada contra el opresor español, su actuación se va a desarrollar especialmente en la provincia de Maturín.
A raíz de haberse perdido La Primera República, se establece en la ciudad Maturín donde se dedica a la lavandería sin dejar sus preocupaciones revolucionarias y paralelamente a ello se dedica ayudar a los refugiados que llegaban, dedicándose por entero atender a los nuevos refugiados que llegaban huyendo de las persecuciones realistas tras la pérdida de la segunda república en 1814, haciendo una labor incomparable tanto de día como de noche a los fines humanitarios de ayudar en todo lo estaba a su alcance a los refugiados. Cuando Domingo Monteverde al frente de las tropas realistas atacó la ciudad de Maturín, los republicanos dirigidos por Rafael Urdaneta acompañado de Manuel Piar y José Tadeo Monagas la defendieron y en tres oportunidades derrotaron a los realistas, en todo esto Juana Ramírez había organizado un batallón de mujeres llamado “Batería de las mujeres”, que lucharon a la par de los soldados patriotas, siempre en primera fila, otras veces manejando la artillería y repostando de municiones y de agua a la tropa, pero todo sin descanso, en los momentos de calma Juana y su gente se ocupaban de curar a los heridos y enterrar a los muertos, es esas duras batallas donde se ganó el título de “Juana la Avanzadora”, por ser siempre la primera en el combate y el aliento dado a sus compañeras, es en uno de esos combates cuando desafiando el fuego enemigo atravesó el campo de batalla y le arrebato la espada a un general español, espada que a partir de ese momento siempre enarboló y lo llevaba como un estandarte de libertad, cuando Juana se ocupaba de la artillería estaba bajo el mando del General de artillería Felipe Carrasquel, así se mantuvo en Maturín a lo largo de todas las contiendas siempre en el frente en cada oportunidad que tuvo de enfrentarse a los realistas.
Finalizada la guerra de Independencia después de la batalla del Lago de Maracaibo, la capitulación de Morales y la entrega del Castillo de Puerto Cabello, Juana se residenció en Maturín, donde falleció en el año 1856- Sus restos reposan en el panteón construido especialmente para ello, el cual fue elevado a la condición de Monumento Histórico, por la Asamblea Legislativa de ese estado, como monumento permanente a la memoria de esa insigne luchadora, gran heroína de la gesta emancipadora.
Nota: Muchas fueron en realidad las heroínas venezolanas que participaron activamente en la guerra de la independencia a lo largo y ancho del territorio nacional, que regaron con su sangre los campos de batalla, que fueron torturadas bárbaramente por las fuerzas realistas, que pagaron con años de cárcel o destierro y hambre sus ímpetus revolucionarios y libertarios, a ellas debe estar dirigido el eterno agradecimiento de todos los venezolanos que amamos la democracia, la libertad y la verdadera independencia de nuestra patria.
Textos consultados:
Gil Fortoul Historia Constitucional de Venezuela
Lecuna Vicente Crónicas razonadas de las guerras de Bolívar
J, M, Siso Martínez Historia de Venezuela
J, L. Salcedo Bastardo Historia Constitucional de Venezuela
Diccionario de la Independencia de Venezuela
Éxcelente todas estas biografías. Estoy orgullosa de todas estas mujeres que dieron todo por procurar la independencia de nuestro país.En la actualidad, nos falta ese temple esa coraje para salir de esta situación tan terrible que nos unde cada vez más. Felicidades y muchas gracias.