Misiones póstumas del Comandante eterno
Somos utopistas, tanto que llegamos a creer que la revolución debe y puede garantizar a todos:
alojamiento, vestido y pan.
Piort Kropotkin
YO, el Eterno, el Insustituible, el Líder de todo Líder, el eficiente por excelencia, El Más Nombrado, El Querendón de mi pueblo amado, anuncio – vía pajarito a oreja socialista – la creación de dos nuevas misiones que se inscriben dentro del espíritu de justicia y hermandad que anima nuestra gestión caritativa y humanitaria:
- 1. La Misión Robin Hood:
He soberanamente decidido –desde la eternidad que me es propia – iniciar la Misión Robin Hood en memoria del más justiciero de los asaltantes conocidos en la historia de la Humanidad. De conformidad con esta decisión sin parangón en la historia patria, autorizo desde el más allá socialista del siglo XXI: Que los integrantes de la Clase E, los más débiles y desprotegidos, asalten por razones de evidente necesidad, a las demás clases sociales sin más limitaciones que las que establezcan la cuantía de lo poseído por las mismas. La D puede asaltar a la C y viceversa, la C a la B y viceversa, la mencionada B podrá asaltar cuanto quiera a la A. La A no podrá asaltar a nadie, porque por definición y esencia son tahúres que han asaltado a todos sus conciudadanos con total impunidad.
- La Misión Guasa:
De hoy en adelante, en todas las alocuciones, cadenas, ruedas de prensa, reuniones, encuentros diplomáticos, anunciaré – vía telepática con El Designado – la creación de todo lo que pueda ser creado, la inauguración de todo lo inaugurable, el inicio de todo lo iniciable, el financiamiento de todo lo financiable.
Ofreceré lo imposible para hacerlo viable. No habrá mar que no canalice, ni petróleo que no refine, ni vivienda que no construya, ni aeropuerto que no se divise, ni mujer que no me quiera, ni viejita que no me bese, ni paisano que no me abrace, ni multitud que se resista a mis encantos amatorios.
Crearé ministerios para todo lo que se me ocurra hacer, nombraré Ministros para cualquier asunto, anunciaré misiones de misiones que se reproducirán en sub-misiones, en semi-misiones, en casi misiones, pero misiones al fin. Y, a semejanza de esta envidiada patria, crearé otros países por doquier, en la misma Tierra, en la Luna, en Marte, en Saturno, le restituiré de nuevo el carácter de planeta a Plutón que el Imperio le quitó, para que mi grandeza inocultable se extienda como debe por todo el Sistema Solar para ensombrecer al mismo Sol que nunca podrá brillar más que Yo, el radiante, el lustroso, el resplandeciente, el luminoso, el todo Rojo – rojito.
Firmado: YO, en medio de un desvelo sideral, de un insomnio planetario.