Más de lo mismo
Esta semana registramos más de lo mismo, pero bastante peor. A medida que avanza el calendario, las torpezas del régimen agravan el cuadro general. Los disparates de Maduro se repiten con una frecuencia digna de aciertos, lamentablemente es una cadena de errores imperdonables en cualquiera que ejerza funciones como jefe de estado. Las cantaletas del dúo Maduro-Cabello sobre golpes de estado, magnicidio, conspiraciones al por mayor y amenazas a discreción, no logran justificar la creciente represión ni la violencia física e institucional en contra de dirigentes políticos probadamente democráticos. Mucho menos los calculados asesinatos de estudiantes con el añadido de cualquier cantidad de heridos y detenidos arbitrariamente. En Táchira, Mérida, Lara, Carabobo, Zulia y en Caracas las cifras no tienen precedentes.
El gobierno no ha entendido que el miedo a la represión formal e informal, ha sido superado por la rabia. La indignación crece en progresión geométrica. Esto se traduce en disposición a luchar abiertamente en las calles, en todos los escenarios posibles, apelando a todos los recursos constitucionales para lograr el cambio que Venezuela necesita con urgencia.
Los misteriosos cadáveres que aparecen a diario con señales de haber sido víctimas de crueles asesinatos, nos hablan de la creciente operatividad de verdaderos escuadrones de la muerte al servicio del régimen a cambio de una impunidad insólita, nunca antes vista. El control y la presión sobre los medios de comunicación, la censura impuesta por el gobierno o por dueños, directores o principales de los mismos, no logran ocultar cuanto sucede. Por supuesto tratan de minimizar las noticias al respecto y no profundizan en los análisis correspondientes. Pero la gente es sabia. Percibe el mal olor de la podredumbre oficial.
Las últimas decisiones en contra de Estados Unidos son ridículas y contrarias al interés nacional. Maduro no asistió a la toma de posesión de Tabaré Vásquez en Uruguay, por temor a verse cara a cara con jefes de gobierno y dirigentes del mundo entero que se pronuncian, cada vez con más fuerza, por la libertad de los presos, el retorno de los exilados y la defensa de la democracia.