Maduro no tocó tierra
Durante tres horas habló Maduro ante la Asamblea Nacional en cumplimiento de su obligación constitucional de presentar Memoria de su gestión anual. Los diputados de oposición que lo escucharon en silenciosa atención, como corresponde en ocasión de tanta importancia republicana, no pudieron ocultar su perplejidad y desconcierto ya que Maduro no hizo referencia ni a uno sólo de los problemas de suma gravedad que Venezuela confronta en la actualidad. Aplicó la fórmula predilecta de las dictaduras totalitarias: Resolver los problemas ignorándolos.
No mencionó la palabra “inseguridad” en tres horas de fatigante discurrir. Se sabe que en el seno del gobierno y dentro del PSUV está terminantemente prohibido mencionarla. No hay esperanza, pues, de que la situación de inseguridad mejore. Venezuela continuará siendo uno de los países más violentos e inseguros del planeta.
Ni una palabra tampoco sobre la crisis alimentaria. Estamos obligados a importar el 75% de los alimentos y no hay dólares suficientes para importarlos. Nos amenaza una hambruna al estilo de las que de tiempo en tiempo se presenta en Somalia y Eritrea, en África. Se comenta que ya la Cruz Roja Internacional está preparándose para la emergencia.
Tampoco la corrupción fue abordada en el mensaje de Maduro, a pesar de que día a día afluyen casos reveladores de que ha alcanzado niveles escandalosos ante los cuales los millonarios depósitos en dólares en la Banca de Andorra son una menudencia. Hay que ver los miles de millones de dólares atesorados por un señor Roberto Rincón, sustraídos a PDVSA, lo que solamente pudo ser posible con la complicidad del Zar de la empresa petrolera, el flamante Embajador ante las Naciones Unidas, Rafael Ramírez. No es por azar que la conocida y prestigiosa revista Forbes, en 2013, incluyera a Rafael Ramírez entre los 500 personajes más ricos del planeta (ver en Google).
Aparte de que PDVSA está carcomida por la corrupción, la situación del petróleo es sumamente comprometida. Maduro ha debido de alertarlo en su mensaje. El barril de petróleo descendió la semana pasada a 24$, y el costo de producir actualmente un barril de petróleo en Venezuela es de 20$. No se tendrán dólares suficientes para importar la comida que dejamos de producir por culpa de las demenciales expropiaciones de Chávez.
Para colmo, el cerebro económico de este gobierno es el profesor Alfredo Serrano Mancilla, español del grupo Podemos, cuya solvencia intelectual y ética podemos medirla porque publicó un libro sobre “El pensamiento económico de Hugo Chávez”. De su equipo se trajo Maduro al nuevo Ministro de Economía y Finanzas, el sociólogo Luis Salas. Que Dios nos agarre confesados.