Maduro contra la oposición
Con actitudes propias de un delirium tremens, o de perdido en toda instancia, el señor presidente don Nicolás Maduro Moros se ha venido quejando, como suprarrealista y mitómano consumado, además de paranoico, en su huida hacia adelante por soslayar responsabilidades que desde tiempo atrás tiene en juego su salida del poder mediante las elecciones 2024 venideras, y actúa bajo presunciones-discursos fementidos- con los que ostenta desvaríos por su nulidad -desfasado- ante la objetividad sociopolítica y socioeconómica de la nación venezolana, cuya ciudadanía ha superado la ignorancia supina, tal la demostración de aquel domingo 22/10 de trascendencia en la vida institucional nuestra, cuando la sociedad venezolana de todos los estratos, residente tanto dentro como fuera del país, demostrasen su apoyo incondicional como lideresa exclusiva e inequívoca de la oposición a la señora María Corina Machado Purisca, dama honorable, de armas tomar quien desafió audazmente, al régimen este martes 23/1 en plaza Francia de Altamira, Caracas, cuando este pretendió sabotearle con un evento (marcha del Psuv) la presentación de la Gran Alianza Nacional: “Venezuela obligará a Maduro a rendirse”, que conlleva su compromiso de seguir una ruta electoral transparente y libre, en cumplimiento del mandato que recibiera por parte de los venezolanos durante la fecha predicha (22/10) y su actitud a objeto de realizar las acciones necesarias por el futuro del país e intenciones de avanzar hacia el objetivo de democracia.
En todo caso, es de suponerse que la CIA debe tener metas y objetivos más importantes que un magnicidio contra Maduro, personaje deshecho política y moralmente.
Y, en función del acuerdo de Barbados, al cual asestó un puntapié, EEUU ha exhortado al régimen de Maduro a un “proceso transparente” para habilitar la candidatura de nuestra lideresa, proceso que debería “concluir antes de convocar a elecciones a objeto de que ambos candidatos estén en pie de igualdad”, según nota del subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols.
Es obviamente, donde aflora el resquemor del régimen totalitarista traducido en paranoia; desasosiego que le induce a maquinar campañas e infundios contra sus desafectos y apela por el descrédito y disquisición política, sopena de prisión, ya en práctica habitual en virtud de la detención de los jefes regionales de campaña de MCM.