Maduro ante la derrota: un Hulk, más torpe y más desnudo
El Hulk de la ficción por lo menos tiene un interior tipo bóxer que se adapta al aumento corporal que sufre el personaje, pero Maduro ni siquiera cuenta con eso, y cada vez que pierde los estribos rompe toda la ropa que lleva puesta, incluidos los interiores. De manera que los venezolanos deben soportar a ese engendro grandotote, dominado por la rabia, destruyendo todo a su alrededor, cada vez más incoherente y torpe, y para colmo empelotas.
En mi escrito sobre la primera reacción del régimen (a través de su brazo electoral, totalmente neutralizado por la diferencia de más de dos millones de votos a favor de la opción del cambio que representaba la Oposición), publicado el miércoles 9 de diciembre, denunciaba que Tibi, imposibilitada de voltear los abrumadores resultados, trató de reducirlos con una maniobra similar en su apariencia e intenciones, a la que realizó Scioli, el candidato kirchnerista vencido por Macri en las presidenciales argentinas. Allá buscaban maquillar el tamaño de la diferencia que produjo la derrota del oficialismo, acá intentan despojar a la Oposición de siquiera uno de sus 112 diputados, a fin de evitar que mantenga la mayoría calificada de dos tercios, con la que la bancada oficialista ya no podrá seguir imponiendo sus arbitrariedades, para respaldar las corruptelas, abusos e incumplimiento de funciones, lo que incluye desvíos de dineros públicos con fines ilegales, compromisos inapropiados con regímenes cómplices, adquisición de Deuda en exageradas e injustificadas dimensiones, ausencia de control de los otros poderes, sobre todo el ejecutivo, irresponsable delegación de la tarea esencial -discutir y elaborar leyes-, así como eludir la obligación de investigar casos graves de violación de Derechos Humanos, y las ramificaciones de grupos e individualidades vinculados al régimen en organizaciones delictivas, terroristas, narcotraficantes, cuyas actividades han agigantado la Inseguridad en el país, y dañan su reputación a nivel internacional.
La maniobra inicial se diseñó con el mecanismo de amenazar a gran escala, para ir reduciendo gradualmente al grupo de 22 “inhabilitables” y en correspondencia el rechazo que tal atropello necesariamente generaría, en la obvia e inocultable mayoría que votó contra la situación actual del país, suponiendo, quienes pretenden aplicar la maniobra, que sería tolerada a medida que disminuya el número de afectados, por lo que a los pocos días rebajaron a 8 la cantidad de diputaciones que ellos cuestionan, y luego la dejan en 4, en la creencia de que lograrán restar -con los descarados e ilegales movimientos de sus fichas en el TSJ- el diputado que requieren para impedir que la Oposición ejerza la mayoría calificada de 112 que la mayoría de electores le confirió, a través de la expresión de la Soberanía, que reside en el pueblo. El primordial objetivo de todas las declaraciones y maniobras del oficialismo desde el mismo domingo 6 de diciembre del 2015, ha sido impedir que la Oposición alcance la Mayoría Calificada, lo que demuestra que no son capaces de la menor autocrítica, mucho menos iniciar los cambios del esquema fallido e inviable del monopolio estatal de la economía, y la implantación del estéril y castrante colectivismo, ambos anclados en el criminal y fracasado estalinismo, al cual siguen hipotecados -en su grotesca versión castrista- los jerarcas del chavismo, con Maduro al frente.
Agente formado en La Habana, ficha incondicional del “proyecto fidelista”, incapaz de salirse del patrón dogmático que le inculcaron aquellos a quienes les debe su exitosa infiltración en el incipiente fenómeno chavista. Maduro no quiso participar en el Golpe del 4F92, pero dada la popularidad que sorpresivamente obtuvo el golpista mayor, le ordenaron ir a Yare y servir de correa de transmisión de las directas instrucciones de Fidel, lo cual cumplió desde entonces, incluyendo toda la patraña para ocultar la muerte del charlatán eterno a finales del 2012, y los reacomodos que tuvieron lugar durante el lapso hundido en el más profundo misterio, y la descarada ilegitimidad, de la “información oficial” al país y al mundo, sobre las condiciones de salud del que ya estaba fallecido, y los nombramientos y decretos que -en su nombre, nulos, írritos- se hicieron, hasta que se vieron forzados a producir su muerte oficial, el 5 de marzo del 2013, aunque no pudieron dejar de violar el marco legal, con Maduro como funcionario y candidato simultáneamente. Era vital para la supervivencia de la Nomenklatura raulista, entonces conversando en secreto para reanudar relaciones con USA.
Pero la respuesta a la contundente victoria opositora en las parlamentarias no se quedó en esa simple maniobra, iniciada en el CNE con 22 amenazados, reforzada en el TSJ ya con sólo 4. Hubo una reacción en cadena, era evidente que habría escasez de la impunidad de la que el régimen disfrutaba con una sumisa y cómplice AN, de mayoría gerrymanderiada, por lo que las torpezas y arbitrariedades hicieron cola, desde que se hizo imprescindible reducir la mayoría calificada, para neutralizar al Poder Legislativo recién electo, que comenzará labores este martes 5 de enero del promisorio 2016. Como en toda cola criolla, se atropellaban las torpezas y las arbitrariedades; Mandar a retiro a 15 miembros del TSJ, antes de que sea su tiempo reglamentario y en plenas vacaciones navideñas, incumpliendo todo lo que las normativas vigentes establecen, en el TSJ y en la AN. Anular al menos a un diputado opositor, para que suelten ese 112 que los pone a temblar, aunque deban sembrar las irregularidades necesarias, hurgando en los Cuadernos electorales, a deshoras, sin orden de tribunal, a espaldas del sector opositor. Tomar represalias contra quienes aparecen registrados como chavistas pero sospechan que no obedecieron precisas órdenes ni vulgares chantajes, no llevaron a cabo el antidemocrático 1×10, ni se atemorizaron ante las hordas motorizadas que no señalaban los pro, sólo los contra, que derivarían de votar por el cambio, por dejar de ser colonia de la obsolescencia histórica, el estancamiento y el despotismo.
Venezuela y el mundo entero fueron testigos de esta obra de teatro absurdo, en la que quienes llevan muchos años machacando que es imposible un fraude con su CNE transparente, objetivo, blindado, para el cual exigían a todos voto de obediencia y fe, ahora afirman que no es posible que la oposición le gane al régimen sin cometer fraude, cuyas evidencias buscan en los votos nulos (multiplicados a conveniencia) y en los espacios de los mismos Cuadernos que tan tercamente se negaron a revisar, cuando 7.270.403 ciudadanos (la cifra que el CNE le asignó a los votos a favor de la Oposición en el 2013) solicitaron formalmente esa revisión. Hace 32 meses era algo inadmisible, hoy la realizan ellos solos, entre gallos y medianoche. Los voceros del régimen que repartió lavadoras, tablets, Laptops, neveras, bolsas de comida, cocinas y acondicionadores de aire, además de incitar a “vaciar los anaqueles” y propiciar el Dakaso y otros saqueos, hoy acusan a la Oposición de haber comprado votos, con tanto cinismo, que vociferan la acusación mientras se rasgan las vestiduras llamando malagradecidos a los que recibieron sus dádivas, y sin embargo intuyen que votaron por una Venezuela con puestos de trabajo reales y suficientes, para que cada quien pueda ganarse el pan con el sudor de su frente, y no dependa de limosnas sectarias y proselitistas que corren la arruga sin resolver lo esencial. De antología las amenazas de recoger diez mil taxis y no construir más viviendas, en esa rifa difusa que llaman misión, adultera las cifras y le asigna un cupo a los delincuentes que mantienen la fidelidad al régimen en cada conjunto. La madama del burdel criticando a las jóvenes actuales, por ir a fiestas que normalmente terminan de madrugada.
Como si estuviéramos en el siglo 19, al que añoran, apenas se evidenció que perdieron el respaldo de la mayoría y el control de la AN, sacaron de la manga una asamblea paralela, que ellos ensamblan desde Miraflores hace años, de la misma estirpe de las Milicias, grupos de marionetas al margen de las leyes, organizadas y financiadas desde el poder, exclusivamente con seguidores. Y pretenden darle cariz legal a esos fetos deformes, que no tienen legitimidad o validez, ni en lo cualitativo ni en lo cuantitativo. Maduro afirma: El parlamento comunal es el futuro de Venezuela (como quien dice: “porque en el presente lo que hay es Asamblea Nacional legítima, con mayoría opositora, y se nos acabó el pan de piquito”). Antecedentes vergonzosos en los entes paralelos a las Gobernaciones que controlaba la oposición, Corpozulia, Corpolara, Corpomiranda, y la ridícula “Autoridad” asignada a dedo a Jackeline Farías, la Genio que elevó el río Guaire a Balneario internacional, para bypasear al dos veces electo Alcalde, Antonio Ledezma, hoy preso por la insólita arbitrariedad de quien no ha mostrado su Partida de Nacimiento, ni la Partida de Defunción del muerto al que mantuvieron en levitación trascendental y formoleada, desde diciembre del 2012 a marzo del 2013.
Lo más preocupante es que, mientras la mayor parte del mundo sabe que el régimen de los castrochavistas perdió las elecciones parlamentarias, con su CNE y sus reglas de juego, sólo hemos escuchado a dos personas identificadas con el oficialismo que reconocen la derrota y hacen autocrítica. De resto, vamos de asombro en asombro ante declaraciones cada vez más alejadas de la realidad y del imprescindible cambio de modelo, desde la salvajada de un ex coordinador de círculos bolivarianos, que propone para sus propios camaradas “Aquí el que se rinda, un pepazo por la cabeza por detrás, pin” (Maduro sonriente le dice: “No seas loco, vale; no se te olvide que estás en vivo, que estás saliendo”): ¿hay alguien en CONATEL?, hasta lo que Erick Rodríguez de ANTV sostuvo, sin ser comediante: “organismos de inteligencia de Israel, Inglaterra y los Estados Unidos participaron en un plan para generar colas y escasez”, de allí el descontento inducido y el consecuente voto en contra -inmerecido, según todas esas lumbreras del yihadismo chavista-.
Esperemos que ocurran de manera civilizada los actos protocolares de toma de posesión de la nueva AN. Que prevalezca el sentido común, y quienes lo conserven amarren a sus locos, asuman su derrota y se preparen para las que faltan, pues ya están de salida. El experimento social que pretendieron imponerle a Venezuela fracasó, como sucedió todas las previas veces que otros “soviets” intentaron limitar las naturales tendencias de la sociedad humana hacia el disfrute de la Libertad y la prosperidad.
Si, como todo indica, el Presidente de la nueva Asamblea Nacional será Ramos Allup, tendremos un bono extra, pues el cansón ritornello de “No volverán” habrá demostrado su vacío de significación histórica, y será un gran espectáculo, ver cómo lo doblan y se lo guardan allá, por donde rime. Ya irán derrumbándose una a una todas las incendiarias y prepotentes consignas que trasladaron desde la fracasada mitología castrista, o diseñaron con inspiración totalitaria, ebria de esa longevidad de mil años que el tercer Reich Nazi se asignaba, 12 años antes de saborear el polvo de la derrota y el cianuro del suicidio.