Los Herodes socialistas del siglo XXI
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.
Evangelio de Mateo 2:16-18
Herodes, Rey de los judíos. Hijo de un idumeo y de una nabatea, era en realidad un palestino de cultura helenística dedicado al servicio de Roma, que dominaba Palestina desde que fuera conquistada por Pompeyo. En el año 40 a. C. el Senado romano nombró a Herodes rey de los judíos, con el encargo de recuperar Judea de manos de Antígona. Herodes combatió durante tres años hasta que conquistó Jerusalén y decapitó a Antígona. Su ilegitimidad dinástica y su indiferencia religiosa le hicieron impopular entre los judíos, especialmente frente al partido religioso ortodoxo de los fariseos. Se vio obligado a establecer un régimen basado en el terror, con una persecución sangrienta de la antigua familia reinante (incluyendo el asesinato de su propia esposa Asmonea, su suegra, su cuñado y tres de sus hijos). Además, cada 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, es recordado por el brutal asesinato de los infantes de Belén y toda su comarca.
La derruida y pauperizada Venezuela – Hecha en Socialismo -, también cuenta no con uno, sino con varios reyezuelos que, al estilo del palestino de marras, odian a los venezolanos que no son maduristas, castro – comunistas, revolucionarios y antiimperialistas, y ahora a los chavistas originarios que siguen defendiendo el pensamiento y la obra del perverso comandante, pero especialmente a los Niños de la Patria.
La mortalidad infantil es alarmante, nuestros niños sin distinción de sexo, credo o condición social fallecen por montones diariamente en las casas y en los hospitales de un socialismo genocida y depredador. La desnutrición – prohibida de asentarla como causa de muerte en las partidas de defunción, so pena de SEBIN -, hace estragos entre nuestros inocentes y desprotegidos infantes. La malaria, el dengue, el zika, las diarreas, el paludismo, la meningitis, el cáncer y las deficiencias coronarias se suman y mezclan en un mortal coctel bolivariano.
Mientras los santos inocentes venezolanos mueren de mengua y desidia, nuestros Herodes bailan en cadena al ritmo de afamadas y costosas orquestas, tocan y cantan desafinada salsa, beben whisky de 18 y ron cubano del mejor, aprovechan cualquier oportunidad para viajar al exterior con toda la familia y allegados para depositar inmundos verdes dólares en cuentas numeradas en los paraísos fiscales de su preferencia. A todo micrófono niegan las penurias, el dolor y la muerte del venezolano del pueblo llano, se oponen a la apertura de cualquier canal humanitario que contribuya a sanar y alimentar a una desesperada y desesperanzada población. El Apocalipsis les recuerda que:
Los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.