Los bachilleres de cara al futuro
Pocos días antes de empezar la cuarentena dábamos inicio al programa «Aprendiendo a Soñar» del proyecto «Transformación en Acción» de la Fundación Espíritu en Movimiento.
Junto a Maritza Mészaros, presidente de la fundación, sostuvimos reuniones con los directivos, coordinadores y docentes de algunas instituciones educativas para poder hacer realidad un programa fundamentado en introducir estrategias teatrales al proceso de aprendizaje de los alumnos de educación primaria.
En una de esas reuniones, salió a relucir el tema de los estudiantes de quinto año de bachillerato. Me llamó poderosamente la atención lo que nos contaba una docente sobre la desmotivación que sentían los jóvenes estudiantes al ver tan cerca el acto de grado y la culminación de una etapa más de su educación académica.
Debido a esto, se planteó la posibilidad de generar encuentros teatrales, en donde los futuros bachilleres tuviesen la oportunidad de reevaluar sus propias posibilidades; explorar diversas actitudes , aptitudes y percepciones; y poner en práctica actividades de resiliencia.
Pero, hemos sido alcanzados por el tiempo de pandemia y el proyecto aguarda sin disminuir el compromiso, el entusiasmo y la fe. Todo lo contrario.
Sin embargo , veo que en estos días de confinamiento mucho se habla de los niños y el papel de la escuela y la familia. Poco se ha hablado sobre los jóvenes estudiantes y sus temores.
En países como el nuestro, también nos toca unir fuerzas para que SOÑAR no se les haga tan cuesta arriba a nuestros muchachos, para que vuelvan a sentir el valor del trabajo digno; y para que puedan ejercer el máximo valor del fruto del estudio, que no es otro que el desarrollo del pensamiento libre y el de las ideas.