Los 20 años del euro: logros y retos
No hay duda de que uno de los acontecimientos más significativos en la historia económica contemporánea es la creación de la moneda única europea, cuyo 20mo. aniversario celebramos en 2019. El Imperio Romano tuvo una sola unidad monetaria; pero no provenía de la voluntad soberana de sus pueblos conquistados. Hoy, 19 Estados-nación pertenecientes a la Unión Europea (UE), por voluntad propia, utilizan un único signo monetario en todas sus transacciones. El euro cumple con los tres requisitos básicos que definen a una moneda: unidad de valor, unidad de cambio y unidad de reserva.
Sus críticos han señalado que la creación del euro fue una decisión más política que económica. No fue el producto, como el dólar norteamericano o el yen japonés, de la evolución y fortaleza económica estructural de un Estado-nación. La globalización de la economía mundial, el advenimiento de la era digital y la sociedad del conocimiento, el surgimiento de bloques comerciales en América, Asia, África y el Medio Oriente, el poderío económico emergente de Asia y la industrialización de China, India, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur indujeron a los jefes de Estado y de gobierno europeos a profundizar su proceso de integración económica (iniciado en 1957 con la firma del Tratado de Roma) mediante la instauración de una Unión Económica y Monetaria.
El euro fue instituido por el Tratado de Maastricht, suscrito en 1992, y entró en vigencia en 1999. Lo que los críticos a veces pasan por alto o no le dan la ponderación debida es que el signo monetario europeo está respaldado, primero que todo, por la fuerza económica de la Unión Europea, la cual, como bloque, representa a la segunda economía del mundo después de los Estados Unidos de América, con un PIB nominal de $18,8 billones (2018), o 22% del PIB mundial.
La Unión Europea ha pasado por todos los estadios de un proceso de integración: zona de libre comercio, arancel externo común, mercado común y mercado único (libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, Acta Única Europea, 1986). El establecimiento de la moneda única fue precedido del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (1997, 98 y 99). El Pacto de Estabilidad y Crecimiento fijó directrices precisas, de obligatorio cumplimiento, sobre déficit fiscal, deuda externa y estabilidad macroeconómica para los 28 Estados miembros de la UE, como sustento permanente para el establecimiento de la Unión Económica y Monetaria,fase final de todo proceso de integración.
El siguiente paso no era otro que la formación de una unidad monetaria, en tanto que los países integrantes debieron fundar al efecto, el Banco Central Europeo, con lo cual la política monetaria de la zona euro pasó a manos de un Instituto Emisor supranacional. Ninguna otra comunidad de Estados-nación había alcanzado tal grado de integración de sus economías; de ahí su significación.
No es menos cierto que la sostenibilidad de la Unión Económica y Monetaria depende de que la economía europea se consolide como mercado único. Las disparidades en los grados de desarrollo industrial y tecnológico de los países europeos con altos y medianos niveles de ingreso por habitante también deben superarse. Hay deficiencias de competitividad en la UE por efecto de rigideces en los mercados laboral, financiero y de bienes y servicios.
Aunque existen claros progresos en países como Alemania y Holanda, no puede afirmarse tampoco que se haya alcanzado la meta contemplada en la Estrategia de Lisboa (2000) de que la Unión Europea sería “la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de generar crecimiento económico sostenible con más y mejores puestos de trabajo y mayor cohesión social” para el año 2010.
Una política fiscal común todavía no se ha implantado, aunque existen elementos de coordinación y supervisión en el Consejo de Ministros de Finanzas conforme al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, reformado y robustecido en 2005 y 2011. Una Superintendencia de bancos supranacional y un órgano de protección de depósitos supranacionales también deben consolidarse. Se trata de un proceso gradual que no pasa por su mejor momento; pero ninguna de estas limitaciones invalida la importancia histórica de la creación del euro como parte integral del más avanzado proceso de integración entre Estados-nación.
@lxgrisanti
El euro presentaba muchos retos que lamentablemente no fueron debidamente enfrentados
Pero cuando para los fines de los requerimientos de capital, la Comisión Europea le asigna a la deuda de todos los países soberanos de la Eurozona un riesgo del 0%, aún cuando ninguno de estos pueden imprimir el euro, condenaron el euro y con eso probablemente a la Unión Europea.
Es solo una cuestión de tiempo. Grecia era pequeña y no tenía fuerza. Italia no aceptará pagar su inmensa deuda en euros y en algún momento quera resucitar la lira.
https://perkurowski.blogspot.com/1998/11/burning-bridges-in-europe.html