Longánime y longanimidad
Recientemente me enviaron un video donde Alex Rovira explica el significado de las palabras “longánime” y “longanimidad”. Indica que el término “longánime” significa “alma extensa”, lo cual es obvio al analizar su etimología. “Longa” significa extenso y “ánima” alma, en latín. En ese video, se comenta que “longanimidad” quiere decir “la perseverancia y la constancia de ánimo en situaciones de adversidad…la resiliencia sostenida en el tiempo”. También se comenta que la persona con longanimidad “tiene benignidad, clemencia y generosidad”. Deberíamos incluir las palabras “longánime” y “longanimidad” en nuestro vocabulario cotidiano. Son términos que han caído en desuso y que casi nadie utiliza. Si comenzamos a utilizarlo, les daremos fuerza y podremos hacer que muchos empiecen a preguntarse cómo podrían ellos llegar a tener longanimidad. “Sólo quien ama es capaz de ser longánime”.
Si analizamos el vocabulario que utilizamos diariamente nos daremos cuenta de que con el tiempo, en lugar de ir mejorando, en muchos casos se ha ido deteriorando. El vocabulario de muchos jóvenes es bastante limitado. La mayoría desconoce el significado de muchos términos en el idioma que dice dominar, hablar y escribir. La gramática, la ortografía y la sintaxis han ido perdiendo relevancia entre muchos que consideran que mientras logremos transmitir la información, no importa cómo lo hagamos.
Cuando tenemos la oportunidad de escuchar a alguien que habla con propiedad, nos sorprende gratamente. ¡Qué bonito es escuchar a alguien expresarse adecuadamente y con términos apropiados!.
Debemos comenzar a ocuparnos más de nuestro idioma y a expresarnos con precisión. Conscientemente, analicemos la forma en la cual nos expresamos y dispongámonos a comenzar a utilizar, apropiadamente, los términos “longánime” y “longanimidad”, junto con tantos otros que conozcamos y hayamos dejado de utilizar. Busquemos que seguro hallaremos.
¡Contagiémonos de longanimidad!. ¡Prendamos una vela y pasemos la luz!.