Leer para creer
Dos titulares publicados este año, que hablan por sí solos:
1. “2023-2027 será probablemente el quinquenio más caluroso jamás registrado”.
2. “Exxon bate récord de ganancias en 2022 y duplica beneficios en plena crisis energética”.
El primero se refiere, según DW, a “los gases de efecto invernadero y al fenómeno meteorológico El Niño, que harán subir las temperaturas más de 1.5 grados en los próximos cinco años, que podrían llegar a ser los más calurosos jamás registrados, alertó la ONU”.
Recordemos que los 1.5 grados es la piedra angular del Acuerdo de París, y su único objetivo. De éste se derivan todas las acciones para la lucha contra el cambio climático. Recordemos también que la meta para no sobrepasar los 1.5 grados es el año 2100.
Si se cumple la alerta de la ONU estaremos adelantando en más de 70 años la fecha-meta del único acuerdo climático que tenemos. Aunque algunos indican que el aumento sería temporal, ¿pero cuándo el termómetro de la Tierra ha subido para luego bajar y quedarse ahí? Según las gráficas, el promedio de la curva de temperatura global, desde los 1970´s es casi una recta ascendente perfecta.
Si se cumplen las predicciones, los 1.5 grados se alcanzarían nada menos que siete décadas antes de lo previsto. Sería el mayor fracaso de las autoridades climáticas mundiales, los países y las 197 partes comprometidas en las COP. Un golpe durísimo al Acuerdo de París, y por ende a la humanidad y a las otras especies que hacen vida en la Tierra.
Para quienes no lo saben, la temperatura global ya ha roto sus récords 17 veces en este recién comenzado siglo XXI. Las consecuencias de esto las hemos visto mediante inundaciones, deslaves, mega incendios forestales, que de tiempo en tiempo se presentan cada vez con mayor virulencia y frecuencia.
Un oasis en medio de lo malo: A finales de marzo 2023 Europa aprobó por unanimidad el reglamento que prohíbe vender autos nuevos a gasolina, diésel o híbridos en toda la Unión Europea a partir de 2035, con excepción de los vehículos que utilizan combustibles sintéticos (e-fuels), que son climáticamente neutros.
Esto es un paso gigantesco y está a la vuelta de la esquina. En 12 años no podrá salir de las fábricas europeas ni un vehículo más “de los de antes”, los emisores de CO2. Sin duda un ejemplo a seguir.
A ello hay que añadir la producción de molinos eólicos, paneles solares, autos eléctricos e hidrógeno verde, con los que lentamente se va alcanzando la anhelada transición energética.
La segunda noticia es quizás de mayor preocupación que la primera. A principios de este año leímos en el diario El País: “La petrolera estadounidense Exxon Mobil, la empresa privada más grande del sector, registró en 2022 su año más rentable en toda su historia”. Increíble pero cierto.
Parece que los grandes productores de hidrocarburos no quieren entender que bombear más CO2 a la atmósfera es una espada de Damocles sujeta con hilos, cuya punta pende sobre nuestras cabezas y también sobre las suyas.
Esta negativa de mirar un poco más allá de sus narices representa un peligro grave y sin duda los productores de hidrocarburos tienen un alta responsabilidad en los 17 récords de temperatura y sus consecuencias. Anuncios como éste, automáticamente ponen en entredicho los acuerdos, congresos, las conferencias y cumbres climáticas. Además de crear incertidumbre en la población, la escuela y entre los ambientalistas que nos dedicamos a tiempo completo a nuestra responsabilidad, que es la de crear conciencia climática entre jóvenes y adultos.
Como si fuera poco, lo aquí narrado se agravó tras finalizar la COP27 en noviembre 2022. Fue cuando se anunció que la sede y presidencia de la COP28 recayó en Emiratos Árabes Unidos, un país que produce un promedio de 3.5 millones de barriles de petróleo diarios. Su presidente designado es el Sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria y Tecnología Avanzada de los Emiratos Árabes Unidos, además de CEO de Abu Dhabi National Oil Company.
¡Leer para creer!
Editor de SGK-Plantet.com