Las rémoras a las primarias

La decisión de la mayoría de los partidos políticos de oposición, y de los liderazgos nacionales, de inscribirse en el proceso de primarias para elegir un candidato presidencial que impulse la unión, el perdón, el gran encuentro de todos los factores de la vida social y política del país, en el propósito de sacar a Nicolás Maduro y acabar definitivamente con el autoritarismo, la violencia y todo el sistema dictatorial que se ha construido desde la mal llamada revolución de Hugo Chávez, hasta el rostro actual del horror y la barbarie que recorre Venezuela, ha tenido un impacto significativo en los ciudadanos dentro y fuera de la nación.

Si el pueblo tiene ambiciones, la mayor que se puede resumir y expresar con fidelidad perfecta, es en las obligaciones de la conciencia colectiva que ha tomado posesión en todo el ecosistema nacional, para interpretar la aspiración, los derechos y la voluntad de continuar infatigablemente a la conquista de la libertad, de manera que todo elemento que se traduzca en una oportunidad para la transformación de la realidad actual y que decante en democracia, será asumido con pasión por todos los ciudadanos que hoy le exigen al liderazgo político unidad nacional, y que se cumpla aquello que ha sentenciado el Dr. Jesús María Casal, prestigioso jurista que tiene bajo sus hombros presidir la Comisión Nacional de Primarias: “el consenso son las primarias”.

Todo el país está atento a la superación de las horas menguadas, por los liderazgos desatinados del pasado, espantando la confrontación interna y complementando un liderazgo con otro. El gran desafío es la unidad absoluta ante el tirano, allí debe concentrarse la dirección política de oposición, mantener la cohesión durante todo el proceso de campaña, luego en el momento de la elección, representado en el horizonte del 22 de octubre y, más importante aún, después de esa fecha hasta la celebración de elecciones presidenciales en el 2.024. Pudiendo desde el ánimo de todos los sectores sociales ir por la conquista, por la victoria, que logre contagiar positivamente para superar los egos y las ambiciones de tipo personal, y se consagre como un activo de esta generación que ha resistido estoicamente; esa victoria de la unidad magnifica en la comprensión y en el empoderamiento del conocimiento de que vamos decididamente a lograr la democracia, como un sentimiento que late íntimamente en las profundidades del sentir venezolano.

Pudiendo erosionar los sentimientos en una explosión volcánica espontanea, capaz de derrumbar el poder de la opresión, con esa fuerza las primarias se desarrollan con un poder incalculable e indetenible en el alma de un país, que hoy, como planteaba Miguel de Unamuno, piensa el sentimiento, siente el pensamiento. Lo pensado es, no lo dudes, lo sentido.

Quedará de parte de las fuerzas opositoras administrar la confianza de la población que se levanta para participar, porque participar es derrotar a la dictadura.

El régimen también bloquea las primarias

Cada vez que un vocero del régimen golpea el proceso de primarias, responde intrínsecamente a su preocupación. El activismo y la movilización social hacia el objetivo de salir de la dictadura es una nube que los ensombrece, y los conduce al error y también al ataque, porque es su único medio de defensa. Estando desprovistos de capacidad de movilización y de liderazgo en los sectores predominantes de la población, hoy las bases históricas del MVR, del PSUV, se alistan para participar en las elecciones primarias, siendo el mensaje histórico del chavismo un bumerán que los hace responder siempre negativamente.

Su mayor estrategia, la cooptación de dirigentes de oposición, hacerlos candidatos con el fin de desprestigiar el proceso interno, fragmentar y dividir, como una vieja táctica que les ha dado resultados en el pasado reciente, teniendo serviles para manipular a su gusto la participación. Sin embargo, ellos mismos deben desconfiar de los que todos desconfían, pues están plenamente identificados, es imposible construir virtudes en esta etapa. Luego que han mentido, manipulado, engañado y prestado incansablemente para destruir la unidad dentro del liderazgo de la oposición, en plena correspondencia y favorecimiento de la dictadura, enarbolar la crítica contra los partidos de oposición no es suficiente, ni siquiera han tenido el arte de proponer mecanismos diferentes. Su estrategia está agotada, pretender una conquista amorosa de la población a través del engaño no les será útil, pues el mejor hechizo para ser amado es amar y no incentivando el odio.

Esos recursos de sembrar temores, alarmas para inquietar a la población, planteando escenarios inciertos, llevando gérmenes para contaminar cada espacio, actuando con perfidia en detrimento ciudadano, vaciando mil venenos sobre la conciencia y la paz nacional, son notoriamente conocidos e identificados por los más ingenuos. Incluso, quien se atreva en lo adelante a comprar estas narrativas, ha perdido su identidad, su compromiso nacional y debe ser llevado por los demonios sin salvación alguna, por muy duro que parezca.

La generalidad no se ubica allí. Por ejemplo, la población indígena del Apure, donde no hay energía eléctrica, y carecen de todo servicio, sabe que el 22 de octubre habrá primarias y saben quiénes son alacranes y quiénes no lo son. El compromiso adquirido no es con un partido, es con la familia, con la humanidad. Se consagra una política que arrastra toda emoción con afán de estabilidad, columnas invisibles de la fortuna del progreso, de la libertad de la democracia.

Los obstáculos, los estorbos a la construcción gigante de las primarias, van a ser derrotados, porque existe en este preciso momento histórico del país, un elevado nivel de conciencia y la necesidad imperiosa de derrotar a Nicolás Maduro, hacerlo a un lado poderosamente para salvar a la nación.

Se puede concluir que no hay mayores obstáculos a los que habitan en la conciencia de quienes abandonan la unidad para tributarle al gobierno, hoy carente de recursos de todo tipo y navega los inciertos caminos de la deslealtad interna, con una composición cada día más confortativa entre sí.

No se pueden abonar las resistencias propias de los liderazgos opositores, sin antes evaluar las debilidades y el agotamiento extremo de quienes gobiernan.

Estamos en las horas precisas de empinarnos sobre los errores del ayer y abrir cauces democráticos para todos por igual.