Las lecciones de Houston
Estar en el medio de un huracán como Harvey es una experiencia dramática ya que es un fenómeno de la naturaleza con vientos demoledores combinados con dramáticas inundaciones, ya que el territorio de esa parte de Texas, aledaño al Golfo de México, es plano.
Otro aspecto que inquieta es lo impredecible del curso que tomará Harvey definitivamente y el nivel impresionante de lluvias que inundan, progresivamente, todas las arterias viales haciendo cada vez más difícil la movilización vehicular.
Para muchos comentaristas en la televisión la predicción de lo que ocurrirá es catastrófica señalando que aún no se ha superado lo peor ya que se prevé que el aliviadero programado de las represas incrementará, en algunas zonas, las inundaciones.
Otro aspecto que tendrá impacto sobre nuestro país es la paralización de muchas refinerías entre las cuales están la de Citgo, lo que se sumaría al lamentable estado de las refinerías del Palito y de Amuay.
Lo positivo dentro de la tragedia es la solidaridad del pueblo de Texas, que se ha convertido en un ente auxiliar de las autoridades rescatando a numerosos vecinos que esperan en los techos de sus casas inundadas, que alguien los saque del área de desastre.
Es viendo cómo reacciona una sociedad frente a las calamidades cuando uno entiende por qué países como Estados Unidos han llegado a ser potencias, porque en fin de cuenta el progreso de una nación está directamente relacionado con su capacidad de solidaridad.